Llega septiembre, y con él la temida (y en ocasiones deseada) vuelta al cole. Los papás que nos enfrentamos al inicio de esta importante etapa en la vida de nuestros hijos nos sentimos inquietos e inseguros, y es normal. El primer día de cole es un hito tanto en la vida de los niños como en la de sus padres. Hoy por hoy, la mayoría de los niños han asistido a la guardería, por lo que el comienzo de esta nueva etapa educativa no es tan traumático; los niños ya han experimentado la separación de sus padres. No obstante, se trata de un entorno y un contexto completamente nuevos para ellos y esa situación requiere siempre un cierto nivel de adaptación.
Algunos trucos para afrontar el primer día de cole
- Unos días antes del gran momento, intenta ir estableciendo rutinas. Todos sabemos que el verano es una época de relajación y cierta anarquía para todos. Pero es importante que unos días antes de empezar el curso el niño se vaya acostumbrando a irse a la cama temprano y a levantarse a una hora prudente. Este entrenamiento evitará que esté agotado el primer día de cole.
- Familiarízale con el entorno. Háblale de cómo será ese nuevo “cole de mayores” al que va a asistir. Háblale de las actividades que va a realizar, de los juegos de los que va a disfrutar, de los libros, de los profesores… Si tienes ocasión, llévalo físicamente al colegio, para que pierda un poco el miedo a lo desconocido.
- Habla con el tutor de tu hijo. Antes de que el niño acuda al centro educativo, se suele realizar una reunión de padres en la que los docentes nos dan toda la información necesaria para afrontar este día. Expón todas tus dudas e inquietudes en esta reunión; esto ayudará a que te sientas más tranquilo el día D.
- Empieza la mañana con calma. Es importante que el primer día de cole de tu pequeño minimices el estrés antes de salir de casa. Procura ir con tiempo para realizar todas las tareas previas: levantarse, desayunar, vestirse, organizar su mochila… Mientras os preparáis, es recomendable que vayas hablando con el niño sobre el colegio de forma positiva: “¡qué suerte que vas a ir al colegio”, “ya verás qué de cosas aprendes”, “lo pasarás genial jugando con otros niños”…
- Sé puntual. Si llegas al colegio un poco antes de la hora, tu peque tendrá la oportunidad de ver a sus compañeros y empezar a interactuar con ellos. Así tendrá un referente antes de entrar en el aula.
- Despídete de forma breve y con una sonrisa. Es muy fácil decirlo, aunque no tan sencillo hacerlo. Pero es crucial. Si tu niño ve que te despides de él con una sonrisa, se sentirá más seguro y confiado. Y ese sentimiento es fundamental para superar su primer día de cole. Haz un esfuerzo y guárdate las lágrimas para cuando el niño haya entrado al aula. Y procura que la despedida no se alargue para siempre.
Piensa que los niños tienen una increíble capacidad de adaptación, así que no te preocupes, mucho antes de lo que imaginas, tu hijo y tú estaréis inmersos en la rutina sin ningún problema. ¡Ánimo a todos!