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Educación

La educación es un aspecto fundamental en el desarrollo de las personas y, como padres, debemos  participar activamente en la formación de nuestros hijos en todas sus etapas, lo cual no siempre es fácil. En esta sección encontrarás trucos y claves para educar a tus hijos desde la más tierna infancia y para ayudarles a mejorar su rendimiento académico.

Carmen Vázquez-Vigo

Desde estas páginas queremos rendir un pequeño homenaje a la escritora infantil, traductora y actriz Carmen Vázquez-Vigo recientemente fallecida. Autora de memorables libros infantiles como Caramelos de menta (por el que recibió el Premio Lazarillo en 1973), Un monstruo en el armario (por el que recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1992), Quiriquiquí (por el que recibió el Premio Doncel en su modalidad de cuento infantil en 1966) o Aire de colores (por el que en 1977 ganó el Premio AMADE de Teatro Infantil).

Carmen Vázquez-Vigo nació en Buenos Aires en 1923, de padres españoles. Allí estudió Bachillerato y Artes Escénicas y en 1947 se trasladó a España. Empieza a trabajar como actriz de reparto y consigue el papel de protagonista en la obra teatral El zoo de cristal de Tennessee Williams. Compaginó su actividad de actriz con la de traductora de libros infantiles, gracias a su dominio del inglés, francés e italiano. Suyas son las traducciones de Atalanta, de Gianni Rodari, La hija del espantapájaros, de Maria Gripe o Uiplalá de Annie M. G. Schmidt. Colaboró en la revista infantil Bazar entre los años 1960 y 1965, y escribió guiones radiofónicos con cuentos escenificados para Radio Exterior de España entre 1978 y 1980.

Se casó con el director de cine y guionista José Mª Forqué y es la madre de la conocida actriz Verónica Forqué.

Sus libros destacan por su rico vocabulario, su agudo sentido del humor y porque en todos ellos se destacan los valores que aportan la familia y la amistad.

Libros de Carmen Vázquez-Vigo

Título: Mambrú no fue a la guerra
Editorial: Doncel, 1963; Magisterio, 1991
Ilustrador: Julia Díaz

El libro está formado por cinco cuentos: Mambrú no fue a la guerra, La paloma y el cuco, El pájaro de plata, La sirena Mireya y el pirata Malapata y Quiquiriquí, es un relato de un gallo de veleta que se transforma en un gallo de carne y hueso.

Manbru no fue a la guerra

Título: Caramelos de menta
Editorial: Doncel, 1972; SM, 1980
Ilustrador: Antonio Tello

Una historia llena de aventuras, humor y solidaridad donde Pepito y sus amigos necesitan algo de dinero para hacer frente a los desastres del perro Dragón.

Caramelos de menta

Título: Palabra de árbol
Editorial: Noguer, 2008
Ilustrador: Carme Peris

En Palabra de árbol, los árboles no son solo un lazo entre la tierra y el cielo, vivienda de pájaros y columpio bailarín para los niños, son protagonistas de una emocionante y divertida historia.

Palabra de arbol

Título: El muñeco de Don Bepo
Editorial: SM, 1996
Ilustrador: Arcadio Lobato

Una tierna historia que demuestra la inutilidad de fiarse de las primeras impresiones. El ventrílocuo Don Bepo se retira a su pueblo y pone a su muñeco Ruperto como espantapájaros y ahí empiezan las aventuras.

El muñeco don Bepo

Título: El libro de Verónica
Editorial: Magisterio, 1996
Ilustrador: Mª Luisa Torcida

Verónica es una niña de nueve años que vive con su familia y va al colegio. Quiere ser escritora, enfermera y sevillana. Con su hermano Jaime y su perro Rayo pasan muchas aventuras.

El libro de Verónica

Título: La famosa Verónica
Editorial: Magisterio, 1996
Ilustrador: Mª Luisa Torcida

Verónica es una niña que piensa que en su casa la tratan como si fuera la Cenicienta, le mandan cuidar a su hermano, sacar al perro y hacer recados que ella considera fastidiosos. Un día decide ser famosa y no lo consigue, Santa pero no quiere sufrir tanto o escritora, pero nada le sale bien, ¿o no?

La famosa Verónica

Título: Un monstruo en el armario
Editorial: SM, 1991
Ilustrador: Gustavo Otero

Una historia que refleja el valor de la familia. Todos los niños tienen abuelos que hacen cosas especiales y Jorge espera ansioso a que su abuelo que vive en Argentina venga a verle para ver qué hace él.

Un monstruo en el armario

Título: ¡Cumpleaños feliz!
Editorial: Bruño, 1993
Ilustrador: Marifé González

Esta historia es un canto a la felicitación. Las voces proceden de un coro muy especial, capaz de conseguir armonía donde algunos solo esperaban oír un barullo espantoso. Lo que uno solo no puede hacer, lo harán mejor dos, y mejor todavía tres, cien, mil. Ahí está el secreto que nos transmite Carmen Vázquez-Vigo para que vivamos cada día con ilusión aunque no sea nuestro cumpleaños.

¡Cumpleaños feliz!

Título: Gafitas
Editorial: SM, 2002
Ilustrador: Asun Balzola

Una bonita historia que demuestra que la vida puede cambiar dependiendo del cristal con que se la mire.

Gafitas

Título: Caja de secretos
Editorial: SM, 2002
Ilustrador: Chata Lucini

Isabel ha guardado, en una cajita, una serie de recuerdos. A lo largo de una tarde, frente al mar, la joven irá desgranando lo que significa cada objeto para ella. La importancia de una moneda, el porqué de una rosquilla dura… y una carta todavía sin abrir.

Caja de secretos

Título: El extraño caso del potingue rojo
Editorial: Altamar, 2011
Ilustrador: OŽKif

Torredemar es un tranquilo pueblo de pescadores al que acuden muchos veraneantes. Un día apareció en él una mujer que era descendiente del doctor Jekyll, y de la que todos sospechaban que podía tratarse de una auténtica bruja.

El extraño caso del potingue rojo

Cómo puedes ayudar a tu hijo a enfrentarse a la EBAU

Enfrentarse a la EBAUYa en pleno tercer trimestre, se acerca el final de curso y, con él, la temida prueba de acceso a la universidad para los alumnos de segundo de Bachillerato. Todavía queda tiempo, pero es importante aprovecharlo y, a estas alturas, empiezan a aflorar los nervios: aunque solo uno tenga que enfrentarse a la EBAU (o EvAU), es una época de inquietud para toda la familia. Aquí tienes unos consejos para ayudar a tu hijo a sobrellevar esta temporada difícil.

4 consejos para enfrentarse a la EBAU en familia

1. Saber a lo que se enfrenta tu hijo

La mayoría de los chicos saben en qué consiste la prueba y los pasos que deben dar porque les suelen informar de ello en el instituto, pero es importante que lo sepas tú también y podáis comentarlo por si queda alguna duda.

Además de las fechas clave y los pasos administrativos, conviene tener muy claro de qué fases y materias consta la prueba, cómo se puntúa cada una, con qué nota se aprueba, etc. Puedes encontrar esta información en la Web de la universidad con la se vaya a examinar y en el BOE.

2. Facilitar el estudio, pero sin agobiar

A estas alturas lo más seguro es que tu hijo ya tenga sus propios métodos y le funcionen, pero si no acaban de darle resultado, podrías sugerirle que pruebe otras técnicas de estudio que le ayuden a estudiar mucho material en poco tiempo. Siempre sin imponer, también puedes sugerirle que se cree un calendario con lo que va a estudiar cada día y el tiempo que dedicará a ello, sobre todo en los días previos a la EBAU tras acabar las clases en el instituto. Y recuérdale que si anda un poco justo en algo, todavía podéis buscar ayuda.

3. Mantener la calma

Es lógico que los padres se preocupen por el rendimiento de sus hijos en una prueba tan importante, pero agobiarlos no es la mejor opción para ayudarles a mejorarlo. Unos padres histéricos solo consiguen que sus hijos se estresen más y rindan menos. Intenta tranquilizar a tu hijo apelando a las estadísticas (en realidad suspende un porcentaje muy bajo) y a que, si va aprobando el curso, no debería tener miedo porque es solo un examen más. Dile también que no se obsesione con ideas como que se va a quedar en blanco (porque así se «invoca» el blanco) y recuérdale que hay vida más allá de la EBAU: si no consigue la nota que necesita puede considerar otras opciones, como presentarse a la segunda convocatoria, solicitar plaza en otra universidad con una nota de corte más baja o incluso empezar otra carrera relacionada con su objetivo principal y cambiar cuando tenga suficientes créditos aprobados.

También es importante dejarle espacio y no estar todo el día insistiendo en que coma más (aunque procures que tenga disponible comida saludable), que duerma más, que salga un poco, etc. A medida que se acerca el examen aumenta la tensión, así que es posible que algún día te lleves una mala contestación; cuenta hasta diez antes de cabrearte.

Por último, sugiérele que evite comentar el temario con sus amigos porque se pueden contagiar los nervios y/o generar inseguridades y no centréis todas las conversaciones de casa en torno a los exámenes.

4. En el día D…

Acompáñale al centro en el que tiene que examinarse si te lo pide o insinúa (si prefiere que no vayas, haz el trayecto con él unos días antes para que tenga el recorrido bajo control y se familiarice con las instalaciones). Antes de salir de casa, asegúrate de que lleva todo lo necesario (no te haces idea de cuántos padres aparecen corriendo con el DNI del muchacho a escasos minutos del inicio del protocolo de entrada al aula) y de que no lleva cosas que no le hacen falta y le pueden meter en líos.

5 técnicas de estudio para adolescentes que podrías sugerir a tu hijo

técnicas de estudio para adolescentes¿Cuántas veces has tenido la impresión de que tu hijo no estudia suficiente o de que el rato que dedica a estudiar no le luce en las notas? A veces el problema no es que los chavales estudien poco, sino que no estudian de la forma más adecuada para ellos. El primer paso para remediarlo es que tu hijo se dé cuenta del tiempo que dedica realmente al estudio, la concentración que es capaz de mantener y los resultados que obtiene, así podrá determinar si su sistema está funcionando. También es importante que no se deje influir por las medias verdades que oímos tantas veces, como «Fulanito es inteligentísimo, ¡no estudia nada y saca unas notazas!» o «Es que Menganita se pasa toda la tarde encerrada en su habitación estudiando», porque seguramente Fulanito estudia más de lo que dice y Menganita no está tantas horas trabajando a lomo caliente. Lo fundamental es saber el tiempo que necesita uno mismo y aprovecharlo bien. Y lo mismo que con el tiempo pasa con las técnicas de estudio, no todas funcionan igual con todos los estudiantes ni para todas las materias. Las técnicas de estudio para adolescentes que proponemos a continuación son orientativas y tu hijo tendrá que probarlas individualmente para ver si le funcionan tal cual, no le funcionan o requieren algún ajuste. Recuerda que puede combinarlas y aplicarlas de una manera más flexible.

Ayuda a tu hijo a estudiar con estas técnicas de estudio para adolescentes

1. Organización

Aunque parezca obvio que una buena organización es fundamental para sacar adelante cualquier trabajo, muchas veces los estudiantes esperan para hincar los codos a que el examen esté ya encima. Darse una panzada de estudiar en unos días puede funcionar a veces, pero esos contenidos se olvidan más fácilmente y, con frecuencia, esa estrategia ni siquiera funciona porque el temario se les apodera y acaban recordando solo nociones difusas. La información necesita tiempo para asimilarse. Lo ideal sería reservar 2-3 horas al día, 5 o 6 días a la semana durante todo el curso para hacer deberes y estudiar. Naturalmente, ese tiempo puede aumentar en épocas de exámenes para recoger los últimos repasos generales.

Además de organizar el calendario, es importante estructurar las sesiones de estudio. Lo más aconsejable es empezar por una tarea/tema/asignatura que le resulte fácil para calentar, seguir con algo más difícil y volver a algo fácil cuando note que empieza a cansarse y desconcentrarse. También conviene intercalar breves periodos de descanso por cada 45 minutos de estudio (o con mayor frecuencia si es preciso).

2. Conciencia plena

Aunque la mayoría de los adolescentes eliminan de su sesión de estudio las distracciones más obvias (la televisión encendida, por ejemplo), muchos se resisten a aparcar el teléfono y pasan mucho más tiempo del que son conscientes moneando en las redes sociales. Para que el tiempo de estudio les aproveche realmente, es importante que eliminen todas las distracciones (entorno silencioso, notificaciones de correo, redes sociales y juegos bloqueadas, teléfono en modo avión) y se concentren únicamente en la tarea que les ocupa, para lo que pueden hacer algunos sencillos ejercicios de relajación y concentración antes de empezar.

3. Al grano

Leer y releer todo hasta sabérselo de memoria no es lo más aconsejable, ya que, aunque en algún examen te pueda sacar del apuro, no es un aprendizaje eficaz a largo plazo. Es mejor crear una versión reducida de los temas, que vaya directa al grano y permita hacer minirrepasos de pocos minutos prácticamente a diario.

Subrayar en el libro o los apuntes es una técnica muy usada, pero, para que sea efectiva, hay que ejecutarla con conocimiento, si no, se corre el riesgo de aislar datos y no ser capaz de conectarlos después con todo su contexto. En ese sentido es preferible hacer esquemas y mapas conceptuales que recojan las ideas clave y las relacionen. También suelen funcionar bien las fichas de estudio, con la información relevante expuesta de una forma más visual; por ejemplo, puede haber una línea temporal en un tema de historia, preguntas y respuestas en otras materias, pequeños resúmenes, etc.

4. Algo más

Para que su aprendizaje sea más efectivo, anima a tu hijo a ir más allá de lo que tiene en el libro de texto o ha anotado en clase. Buscar más información sobre un tema (o varias versiones de la misma información) enriquece su conocimiento y le puede ayudar a resolver dudas. En YouTube hay varios canales interesantes para esto; para empezar, podríais hacer una visita a Metaaprendizaje.

5. Practicar

En 2013, unos profesores de la universidad de Kent hicieron una revisión de más de mil estudios sobre técnicas de estudio y concluyeron que una de las más efectivas, junto con una buena organización, es ponerse constantemente a prueba con modelos de examen y ejercicios prácticos. Esto se debe a que el estudiante se obliga así a recuperar información de su memoria y conectarla con la nueva, lo que favorece el aprendizaje a largo plazo.

Aprovecha San Valentín para enseñar algo a tus hijos

San Valentín para enseñarAunque muchos dicen (no sin su parte de razón) que el Día de los Enamorados es un invento de los grandes almacenes para mercadear con los sentimientos e hincharse a vendernos cosas que en realidad no nos hacen ninguna falta, lo cierto es que, desde un punto de vista educativo, también podemos sacar partido al día de San Valentín para enseñar a los niños algunas cosas de una forma diferente y divertida. Aquí tienes algunas ideas para un San Valentín más didáctico que romántico.

San Valentín de letras

El origen de esta celebración es incierto, pero hay una teoría bastante extendida que dice que el santo era un sacerdote cristiano que se dedicó a casar a parejas en secreto, rebelándose contra un decreto de Claudio II que prohibía el matrimonio entre jóvenes porque consideraba que los hombres sin cargas familiares eran mejores soldados para su ejército. Naturalmente, al descubrirse esto Claudio ordenó encarcelar al sacerdote. Las parejas a las que había casado dejaron en el ventanuco de su celda flores y cartas de agradecimiento, pero finalmente, Valentín fue martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270. También hay quien opina que esto es un cuento que se inventó la Iglesia Católica para reemplazar la fiesta pagana de las Lupercales y promover valores como la lucha contra la injusticia y la solidaridad.

Sea como sea, puedes utilizar esta historia simplemente para disfrutar de los beneficios de contar cuentos en casa o a modo de introducción para comentar cuestiones históricas, como la vida y las tradiciones en la Antigua Roma.

Amor por las matemáticas

Hay varias formas de explotar el tema de San Valentín en matemáticas, desde algo sencillo para niños más pequeños, como utilizar el símbolo del corazón para trabajar las formas geométricas y su combinación (aquí encontrarás una plantilla recortable) o para crear tarjetas de cálculo, hasta cuestiones más complejas que pueden poner a pensar a los adolescentes, como el criptograma que propone Verne en El País.

Valentine’s Day o la Saint Valentin

Este día se celebra en muchos países del mundo, aunque no en todos de la misma manera. Puedes preparar una Web quest para que tu hijo descubra distintas tradiciones o aprovechar la coyuntura para ampliar su vocabulario o repasar el que haya aprendido en la clase de lengua extranjera con motivo de esta fecha. Para ello, puedes usar alguno de los numerosos recursos online que existen o utilizar esta herramienta para crear crucigramas con el vocabulario que consideres oportuno; la interfaz está en inglés, pero es muy intuitiva.

Manos a la obra

San Valentín es un pretexto estupendo para cocinar en familia o hacer manualidades inspiradas en esta fecha. Además de ser bastante relajantes, estas actividades favorecen el desarrollo de la creatividad activa y de la expresión de sentimientos y emociones, permiten trabajar la coordinación y la motricidad fina y potencian la autoestima cuando se consigue el resultado deseado, así que ya sabéis: todos a hacer galletas o sándwiches en forma de corazón o a decorar la casa con adornos caseros.

San Valentín para enseñar valores

Aunque aquí asociamos este día con el amor romántico, en realidad es una celebración del amor en general, por tu pareja, por tu familia, por tus amigos… así que es una buena ocasión para educar en valores como el amor, la generosidad y la gratitud. No obstante, hay que tener cuidado para que nos niños no crean que el amor se manifiesta mediante regalos físicos (aunque lo parezca con el despliegue comercial de este día), sino con pequeños gestos cotidianos de amabilidad, tolerancia y generosidad. La historia de San Valentín puede servirte muy bien para introducir estos temas.

Estas Navidades regala un libro infantil con valores

libro infantil con valoresYa estamos en diciembre, las calles están llenas de luces, por fin ha llegado el frío y ya huele a Navidad. Posiblemente tus hijos ya están mirando como locos los catálogos de juguetes, pegándose a los escaparates de las tiendas y haciendo una buena selección de lo que van a escribir finalmente en su carta a los Reyes Magos. En estas fechas los padres siempre entramos en la disyuntiva de cuántos regalos deberían recibir nuestros hijos, si son muchos, si son pocos, qué tipo de regalos son más adecuados, si deberíamos regalarles algo más lúdico o más educativo y así, mil dudas hasta el infinito. Este artículo no va a intentar ayudarte a resolver esas dudas, pero sí queremos darte una idea. Nosotros no sabemos cuántos juguetes son muchos o pocos, pero lo que tenemos claro es que en la estantería de un niño nunca hay suficientes libros. Los libros son un regalo perfecto puesto que a la vez que divierte a los chicos, les ayuda a practicar sus habilidades lectoras y les educa en valores. Regalar un libro infantil con valores es una oportunidad genial para sorprender a tus hijos, motivarles a la lectura, compartir bonitos y divertidos ratos leyendo juntos y además aprender y educar con todo ello.

Un cuento sobre el absurdo de los muros que levantan los hombres para protegerse del exterior: Cierzópolis

Cierzópolis, de Blanca Enfedaque e ilustrado por Noemi Calvo y Diana Antolí, es un libro sobre el Cierzo, el viento frío y seco que sopla en dirección noroeste en el valle del Ebro. La autora utiliza este tan característico y muchas veces molesto viento de su ciudad para contar una fábula sobre un lugar, Cierzópolis, que le da la espalda a la naturaleza, poniendo fronteras donde no las hay, para protegerse de aquello que no les gusta. Con este libro infantil con valores podemos trabajar aspectos como el miedo, la cooperación, el saber rectificar cuando nos equivocamos o el respeto a la naturaleza.

Es un libro para niños de 6 a 12 años, aproximadamente. Su formato alargado es muy original, las ilustraciones y el texto tienen un matiz cómico que atrapará a pequeños y mayores y la moraleja final merece realmente la pena.

Un libro infantil con valores para trabajar la autoestima: Yo

Esta sencilla historia del ilustrador alemán Waeschter, es un cuento ideal para trabajar la autoestima, la identidad y la amistad con los más pequeños. Yo, cuenta la historia de un oso ingenuo y optimista que se va presentando a si mismo a lo largo de las páginas del cuento. Con ilustraciones y texto sencillos vemos como el oso tiene un gran concepto de si mismo y es capaz de disfrutar de los pequeños detalles y de las grandes ocasiones. Pero, a pesar de su gran autoestima, el oso también necesita a los demás, porque hay días que se siente sólo aún rodeado de gente, y en esos días necesita poder contar con un amigo.

Es un libro para niños de 3 a 6 años, aproximadamente. Podemos aprovechar este libro infantil con valores para trabajar con nuestros hijos su autoestima y fortalecer su identidad, ayudarle a poner palabras a cómo se ven, cómo se sienten, con qué disfrutan y qué les da miedo. Ver si se sienten identificados con el oso y presentan cualidades similares u otras distintas y animarles a valorar la amistad como lo hace el protagonista del cuento.

Una historia sin palabras para bucear fuera de lo establecido: Pool

Pool o Piscina, de JiHyeon Lee, es un cuento sin texto, sin palabras, sumamente delicado y sugerente. Está lleno de contrastes: el silencio frente al bullicio, la actividad frente a la calma, el color frente a los grises, la realidad frente a la imaginación, los superficial frente a lo profundo. Trata de un niño que quiere nadar en una piscina, pero la encuentra masificada de gente haciendo ruido en la superficie. Decide entonces escapar a lo profundo y bucea en la piscina cruzando la frontera de un mundo submarino de fantasía donde coincide con una niña emprendiendo juntos un viaje donde la unión entre el entusiasmo y la imaginación pueden con todo.

Este libro infantil con valores nos transmite el mensaje de que a veces hay que buscar en lo profundo y no quedarse en la superficie para encontrarnos con nosotros mismos, porque a veces fuera de los lugares comunes, fuera de lo establecido, es donde uno encuentra su sitio.

Es un libro recomendado para todas las edades, cada grupo de edad le sacará un jugo diferente. Las ilustraciones están llenas de detalles y seres maravillosos para llamar la atención de los más pequeños y con los más mayores también podemos jugar a inventarnos el texto de cada página y a buscarle múltiples posibilidades e interpretaciones.

Si a tu hijo no le gusta leer puedes consultar este artículo que te dará algunas ideas sobre qué puedes hacer. Independientemente del libro que elijas para tu hijo, e independientemente de los valores que transmita, lo más importante es fomentar en los pequeños el hábito de la lectura, compartiendo con ellos estos ratos, alimentando su ser y dejando volar su imaginación.

Te animamos a compartir este artículo con quién consideres que pueda serle útil. Puedes dejarnos un comentario o consultarnos todas las dudas que tengas. Estamos encantados de responderte y ayudarte en todo aquello que podamos.

Cuando en los problemas de matemáticas las matemáticas son un problema

matemáticas son un problemaLas matemáticas son una de las asignaturas que más suelen «atragantarse» a los estudiantes y el desagrado que les producen tiende a permanecer también en la vida adulta, por eso a veces los padres asumen como normal que a sus hijos no se les den bien. Obviamente, no todo el mundo tiene por qué ser un as de las mates, pero conviene estar atentos para comprobar si a un niño simplemente no le gustan mucho o se le dan mejor otras materias o si realmente las matemáticas son un problema para él.

Cómo saber si las matemáticas son un problema para tu hijo

Los siguientes signos te pueden ayudar a determinar si tu hijo tiene realmente dificultades en el aprendizaje de las matemáticas:

  • En Educación Infantil: Tiene dificultad para reconocer y escribir números, se salta números al contar, tiene problemas para asociar los números a las cantidades que describen y le cuesta reconocer patrones y organizar objetos por su forma, color o tamaño.
  • En los primeros cursos de Primaria: Tiene problemas para contar de 2 en 2, de 5 en 5 o de 10 en 10, parece incapaz de hacer sumas y restas sencillas mentalmente (sin ayudarse contando con los dedos, por ejemplo) y presenta dificultad para identificar correctamente números de varias cifras (los invierte, los agrupa mal…).
  • En el resto de Primaria: Tiene problemas para reconocer números y signos, no comprende o no recuerda hechos matemáticos básicos o conceptos como «mayor/menor que», tiene problemas para hacer operaciones incluso por escrito (no alinea bien los números en las sumas, no sigue la dirección del procedimiento operativo), le cuesta «descifrar» la hora y no consigue aplicar un razonamiento que le permita resolver problemas matemáticos sencillos.
  • En Secundaria: Presenta problemas para aplicar las matemáticas en contextos cotidianos como hacer la compra o interpretar mapas o gráficos y tiene dificultades para comprender y aplicar los contenidos de la asignatura.

Posibles causas del problema

Hay varios factores que influyen en la dificultad que encuentra un niño en el aprendizaje de materias como las matemáticas. Uno de los más habituales es la presión para aprender, que le obliga a ir a un ritmo que a lo mejor no es el suyo y le produce ansiedad por cumplir las expectativas de sus padres y maestros, todo lo cual reduce su rendimiento y alimenta su frustración, agravando el problema. Los conocimientos matemáticos son acumulativos, de modo que una mala base es asimismo un problema para seguir aprendiendo. El déficit de atención también es un factor que produce muchos problemas en matemáticas y en cualquier otra cosa que requiera concentración. Finalmente, el origen del problema podría estar en la dislexia o en un trastorno específico del desarrollo del lenguaje numérico conocido como discalculia.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Es importante atajar los problemas con las matemáticas en cuanto se detectan para evitar retrasos educativos mayores y para aliviar el sufrimiento que generan en los niños.

Lo primero que debes hacer es observar al niño en busca de las señales que ya hemos visto o de cualquier otra que te parezca sospechosa. Después habla con su profesor para compartir y ampliar la información: una panorámica más completa del problema nos ayudará a determinar mejor sus causas y posibles soluciones.

Un refuerzo puede ser suficiente para paliar problemas como la mala base, pero si sospecháis que el origen del problema es un desorden como la dislexia o la discalculia, es muy conveniente consultar con el pediatra o con un especialista en problemas de aprendizaje para llegar bien a la raíz del asunto y poner el remedio más adecuado.

Es importante además que te des cuenta de que verse con problemas en cualquier área baja la autoestima general de los niños, así que deberías potenciar su confianza ayudándole a identificar sus puntos fuertes para que se apoye en ellos.

Por último, también puedes propiciar que aprender matemáticas no parezca una tortura con estas formas divertidas de ayudar a los niños a entenderlas.

4 formas divertidas de ayudar a los niños a entender las mates

entender las matesEntender las mates no es solo saber hacer operaciones, sino que requiere dominar otros aspectos como la geometría, los conjuntos, las medidas… Mucha gente las tiene atragantadas desde la infancia y transmite a sus hijos una predisposición negativa hacia los números y todo lo relacionado con ellos. Tanto si es ese tu caso, como si te encantan las matemáticas y quieres compartir pronto esa afición con tus hijos, aquí te ofrecemos unos trucos para que ayudes a tus pequeños a entender las mates y a tener una actitud más positiva hacia esa área del conocimiento.

1. Familiarizar a los niños con los números

Estamos rodeados de números, desde el del portal de casa hasta los de los botones mando de la tele, así que tenemos muchas ocasiones a lo largo del día para presentárselos a los niños pequeños. También podemos escuchar y cantar canciones infantiles específicas para aprender estos conceptos.

Cuando el niño es capaz de identificar los números, puede pasar a representarlos. La forma más obvia de hacerlo es dibujándolos, pero lo verdaderamente interesante es que no solo conozcan la representación gráfica, sino que aprendan el valor de los números. Para ello, existen bloques lógicos consistentes en regletas de diferentes colores en virtud de su valor del 1 al 10, ábacos, etc.

2. Jugar con las matemáticas

Hay varios juegos en los que las matemáticas desempeñan un papel importante. Para niños todavía pequeños, los de reconocer formas son una buena «introducción a la geometría». También es buena idea animarles a fijarse en las formas geométricas que encontramos en la naturaleza (la esfera del sol, el octógono de la telaraña…) y en los objetos de la vida cotidiana.

El bingo es una buena forma de repasar los números y algunos juegos de cartas, como las 7 y media, implican hacer cuentas todo el tiempo. Por su parte, los sudokus son un entretenimiento lógico para niños y mayores.

Otros juegos clásicos, como Conecta 4 o 3 en raya, también desarrollan la lógica y trabajan la formación de conjuntos. En este sentido, el arte también es un buen aliado para animar a los niños a reconocer patrones, crear conjuntos y representar la simetría, así que ¡a dibujar!

3. Ir a la compra y cocinar juntos

No se trata solo de entender las mates, sino también de verlas en acción en la vida diaria. Explica a tu hijo cómo comparas precios de productos en el súper y deja que calcule la cuenta antes de pagar. También puedes darle monedas y billetes para que prepare lo que hay que pagar y dejar que compruebe el cambio. Todo esto también se puede hacer jugando en casa como si uno fuese el tendero y otro el cliente. También en casa, preparar una receta de cocina juntos es una ocasión perfecta ver la aplicación real de pesos y medidas y practicar el conteo.

4. Usar apps especializadas

Tanto la App Store como Google Play están llenas de aplicaciones con las que los niños pueden practicar las mates al tiempo que se divierten. Aquí tienes algunas sugerencias para distintos temas y edades:

  • Operaciones: Juego de Matemáticas Piratas para niños de primaria (iOS, gratis con publicidad) es una colección de minijuegos para hacer series de sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, ecuaciones sencillas y ordenar números.
  • Geometría: Juego de formas para niños (Android, gratis) incluye varios rompecabezas con colores y formas para niños de entre 2 y 5 años. Euclidea (también gratis para Android e iOS) es un juego de problemas geométricos para niños más mayores que puede desafiar y enganchar incluso a los adultos con sus distintos niveles de dificultad.
  • De todo un poco: El rey de las matemáticas (iOS y Android) propone distintas versiones (gratis/de pago, junior, segunda edición…), pero la dinámica es esencialmente la misma: el jugador puede pasar de campesino a rey resolviendo los problemas matemáticos que se le plantean a lo largo de una aventura ambientada en la Edad Media.

Mi niño no quiere ir al cole, ¿qué puedo hacer?

niño no quiere ir al coleCada año, con el comienzo de un nuevo curso, llega un momento en las primeras semanas en el que prácticamente todos los niños se niegan a ir a la escuela algún día; es normal, el verano es muy divertido y cuesta volver a la rutina (unos días para reencontrarse con los compañeros, conocer profes nuevos, etc. pase, pero ir todos los días es otra cosa). Sin embargo, si el problema persiste durante el curso y el niño no quiere ir al cole con demasiada frecuencia, podría ser un signo de algún problema.

El niño no quiere ir al cole otra vez después de las vacaciones

¿Cómo lo manifiesta?

Por lo general, con algún tipo de pelotera: te da malas contestaciones, no quiere vestirse, desayunar… o tarda demasiado en hacerlo deliberadamente para ver si se pasa la hora de entrar y ya se libra de ir, va quejándose todo el camino o suplicando que no lo lleves o monta una escena en la puerta. Los más introvertidos no lo manifiestan con una rabieta, pero se les nota apáticos y puede que algo irritables a la hora de prepararse para ir a clase, ponerse con los deberes, comentar qué tal les ha ido el día, etc.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Aunque te cueste, demuestra entusiasmo por el fin de las vacaciones. Si se nota que a ti tampoco te apetece mucho volver al trabajo o separarte de los niños tantas horas, aumentará su descontento con la nueva situación. Habla de la vuelta a la normalidad como algo bueno y plantea actividades «de transición» que prolonguen un poco la despedida del verano. Por ejemplo, no lo apuntes nada más empezar el curso a cuarenta actividades extraescolares, deja que disfrute de tardes libres para hacer los deberes (si tiene) a su ritmo y que le quede tiempo para jugar a algo que le gustaba en las vacaciones o para salir ahora que todavía hace buen tiempo e introduce poco a poco las actividades nuevas como algo emocionante, no como otra carga.

Si el niño es muy pequeño, acompáñalo personalmente si puedes y no dramatices la despedida aunque llore. Procura acudir puntalmente a esperarlo todos los días para darle la tranquilidad de que siempre volverás a buscarlo. Y aunque te dé duelo llevarlo, no cedas y lo dejes en casa ni un día porque sentarás un peligroso precedente.

El niño no quiere ir al cole prácticamente ningún día

¿Cómo lo manifiesta?

Se queja de dolor de tripa, cabeza o garganta (que suele pasarse o mejorar milagrosamente solo por quedarse en casa durante la jornada escolar pero vuelve a la mañana siguiente), sufre vómitos, diarreas y pérdida de apetito (la idea de ir al colegio le produce realmente angustia y podría estar somatizándola), muestra tristeza o disgusto ante todo lo relacionado con el colegio, y puede ponerse agresivo y enfrentarse abiertamente a ti cuando le impones la asistencia a clase.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Un niño que muestra una animadversión tan grande hacia el colegio como para querer faltar de forma recurrente llegando al punto de mentir sobre su salud o tener reacciones airadas contra sus padres tiene muchas papeletas de estar sufriendo alguno de estos problemas:

  • Bullying.
  • Problemas con algún compañero o maestro.
  • Problemas para seguir normas y aceptar la autoridad.
  • Un mal rendimiento académico puede convertir la asistencia a clase en una experiencia muy negativa: Sentir que no te enteras de nada, no saber hacer con frecuencia los ejercicios, tener miedo constantemente a que te pregunte el profesor, trabajar pero ver que no te luce, pensar que vas a parecer «el tonto» de la clase o se van a reír de ti quitaría las ganas de ir a cualquiera. Tal vez necesite un poco de ayuda en casa.

Lo más importante en estos casos es tratar de averiguar qué le está pasando. Pregúntale directamente o ve sonsacándole si no está receptivo. Acércate al colegio y habla con el tutor,  puede ayudarte a descubrir qué pasa observando al niño en diferentes situaciones (aula, patio). Si se considera que puede ser un problema importante, puede ser necesaria la intervención del orientador del centro (los hay en la mayoría). Si esto no es posible, acude a un psicólogo infantil.

Libros para la vuelta al cole (hacerla más llevadera)

Libros para la vuelta al coleDurante el verano las costumbres se relajan, los niños dedican más tiempo al ocio, al juego, a las actividades al aire libre. Están más con los padres, abuelos, primos y nuevos amigos del pueblo, del veraneo o de los campamentos. Los deberes y obligaciones que se les exigen durante el período escolar disminuyen, se acuestan y se levantan más tarde, se alteran las horas de las comidas, ven más la televisión, juegan más con los videojuegos… Toda esta actividad cambia casi radicalmente de un día para otro, con la vuelta al cole. Si los adultos padecen el síndrome post-vacacional, a los niños les sucede lo mismo. Por eso tenemos que ayudarles a afrontar esta etapa con optimismo y con una actitud positiva contándoles qué es lo que van a hacer, qué van a aprender, y los amigos que van a conocer o volver a encontrar. Es importante también que ellos participen en la compra del material, libros, mochilas, uniformes, cuadernos y si es posible para los más pequeños intentar que la incorporación sea progresiva. Una forma de ayudarles a esta incorporación es mediante unos libros para la vuelta al cole y que vean que no son los únicos que se tienen que enfrentar a esa nueva experiencia.

Hay muchos libros para la vuelta al cole, no dudes en consultar con tu librero de confianza o visitar alguna biblioteca infantil donde os pueden recomendar alguno. Nosotros desde estas páginas hemos seleccionado los siguientes:

Cosas que me gustan del colegio

Cosas que me gustan del colegio Autor, Ilustrador: Tracey Moroney
Editorial: SM
Colección: Sentimientos
Edad: 3 a 7 años
ISBN: 978-8467545098

Este libro trata el hábito diario de ir al colegio desde un punto de vista positivo para el niño: Tener amigos, aprender muchas cosas nuevas y hacer cosas divertidas como pintar, escribir, leer, jugar… Al final del libro hay una nota informativa para padres donde encontrará una guía sobre cada sentimiento y cómo sacarle mejor partido.

Esta colección está protagonizada por un conejito con el que el niño se sentirá identificado porque vive las mismas situaciones cotidianas del niño y eso le ayudará a comprender la realidad a la que se debe enfrentar, a reconocer sus sentimientos y a adquirir mayor autonomía.

Un cole horripilante

Un cole horripilanteAutor: Francesca Simon
Ilustrador: Tony Ross
Colección: Barco de Vapor Serie Blanca
Editorial: SM
Edad: 6 a 7 años
ISBN: 9788467579741

Kate se despertó el primer día de colegio muy enfurruñada, no quería ir al cole nuevo, tan enfadada estaba que se levantó por el lado equivocado. Además de llegar tarde, su profesora es muy antipática y en su clase no hay mesas, ni lápices ni libros. Para colmo para comer le dan arañas, serpientes y caracoles. Kate regresa a casa y se mete en la cama. Pero esta vez, cuando se levanta, su nuevo colegio, su profesora y su clase son estupendos.

Este libro es ideal para niños que sean el nuevo de la clase, les ayuda a superar sus miedos y también refleja cómo puede cambiar nuestra visión del mundo cuando nos levantamos con el pie izquierdo y vemos todo desde una perspectiva negativa.

Madeline

MadelineAutor e Ilustrador: Ludwig Bemelmans
Editorial: Libros del Zorro Rojo
Última edición: 2016
Edad: 6 a 12 años
ISBN: 9788494416095

Madeline es una espléndida reedición de un clásico de la literatura infantil. Es una divertida historia escrita en rima y con esplendidas ilustraciones negras para definir las figuras; amarillas el color de Madeline que representa la felicidad, la alegría y el optimismo, y blancas que simboliza la bondad, la pureza y la inocencia.

En un viejo caserón de París viven doce niñas que, vigiladas de cerca por Miss Clavel, caminan siempre ordenadas en dos filas. La más pequeña y valiente de todas ellas es Madeline, un personaje emblemático de la literatura infantil que nació hace más de setenta y cinco años de la mano del pintor y escritor austro-americano Ludwig Bemelmans. Sus aventuras han conseguido atraer a generaciones de lectores sin perder un ápice de su originalidad y humor.

Esta edición rescata el diseño y las ilustraciones del libro original publicado en 1939. Sus acuarelas simples y poco convencionales contienen elementos visuales del arte y la geografía urbana de París. La nueva traducción mantiene la combinación de humor y ritmo en un texto atractivo y armonioso.

Isadora Moon va al colegio

Isadora Moon va al colegioAutor: Harriet Muncaster
Editorial: Alfaguara infantil
Edad: 7 a 9 años
ISBN: 9788420485188

Con unas bonitas ilustraciones en rosa y negro, Isadora Moon es una encantadora y divertida serie de lecturas ideal para jóvenes lectores a los que les gusta las flores y la purpurina, pero también les atrae el mundo misterioso de los vampiros.

Isadora Moon es una hada-vampiro, su madre es una hada y su padre un vampiro, por eso su hermana y ella tienen características de los dos, orejas puntiagudas como las hadas y dientes de vampiro. Le encanta la noche, los murciélagos y su tutú negro de ballet, pero también la luz del sol, las varitas mágicas y su conejo rosa Pinky.

Isadora va creciendo y debe ya acudir al cole, porque las hadas y los vampiros también tienen que aprender. Pero ¿a qué tipo de cole, a uno de hadas o a uno de vampiros? Sus padres deciden que vaya cada día a uno para probar y luego decidir. Pero cuando va al colegio de hadas, se encuentra con más hadas, comprueba que no es como ellas. ¿Será más vampiro? Así que acude al cole de vampiros muy ilusionada, pero no es igual que los demás niños vampiros, ¡vaya problema!

En este libro se habla de las diferencias, cada persona es única y diferente a las demás.

Empieza la ESO. ¡Sálvese quien pueda!

Empieza la ESOAutor: María Menéndez-Ponte Cruzat
Editorial: Destino Infantil & Juvenil, Planeta
Colección: Narrativa Infantil/Diarios
Edad: 9 a 14 años
ISBN: 9788408171072

Tal vez penséis que estrenarse en la ESO puede molar… ¡pues no! Puede ser muy difícil, así nos lo cuentan Noé y Marty… Se trata de un manual con consejos y situaciones divertidas para «sobrevivir» a la ESO.

Para Marty lo importante es sentirse estupenda, ser simpática y tener una legión de fans. Pero Noé se siente un metepatas y un pringado, se ha cortado el pelo como el Pájaro Loco, tiene la cara llena de granos, la nariz grande y los ojos muy juntos y la cara muy blanca. La de collejas y palmadas en la espalda que se va a llevar y los piropos que le van a echar sus colegas del insti. Y encima como se llama Noé, todo el mundo le pregunta por su Arca.

Menos mal que conoce a Marty y le dará sus recetas para ser supermegaguay.

Sin embargo a Noé todo le va de mal en peor, creía que estar en la ESO era jugar en otra liga, pero se siente un pringado y sin móvil, ¡la peor clase de pringado!

Esperamos que estos libros para la vuelta al cole hagan a los niños más divertida la aventura de un nuevo curso.

Un día en un aula Montessori: la tarde

Superada la mañana de una jornada en un aula Montessori, tal y como te hemos contado en los artículos de la llegada y el círculo, y en el de la mañana, los alumnos continúan su día con actividades y tareas a través de las que siguen adquiriendo conocimientos tanto sociales, en el tiempo de comedor y en el tiempo de patio, como académicos, en el ciclo de trabajo de la tarde.  Todo ello lo hacen en un entorno que viven con la misma seguridad que su casa y que les permite sentirse libres para explorar, descubrir y desarrollar su creatividad, compartiendo esas experiencias, en mayor o menor medida y según sus necesidades, con sus iguales.

Tiempo de comedor, otra oportunidad para aprender en el método Montessori

12:20 – 13:00

Finalizado el ciclo de trabajo de la mañana llega la hora del comedor, otra oportunidad perfecta para trabajar con los alumnos los buenos modales y la convivencia en grupo. Es un momento de exploración sensorial que los niños disfrutan mucho y también una oportunidad para aprender y reforzar conductas sociales como no empezar a comer hasta que todos estén servidos, no masticar con la boca abierta, no levantarse de la mesa, etc.

A las 13:00 los alumnos ya han terminado de comer, y de recoger la mesa. Entonces se ponen los zapatos y el abrigo para pasar un rato en el patio. Mientras todos los alumnos acaban de comer, de recoger y de estar listos para salir al patio, los niños que van acabando antes se sientan en el rincón de lectura para esperar a que sus compañeros estén preparados.

Tiempo de patio en el exterior

13:00-13:30

Cuando todos los alumnos están listos para ir al patio, el ayudante del día va llamando uno por uno a sus compañeros para hacer la fila delante de la puerta.

Normalmente el recreo/descanso en el patio suele durar unos 30 minutos. Si el patio exterior de la escuela Montessori está bien preparado puede ser un lugar increíble para disfrutar actividades al aire libre. Pueden correr, saltar, jugar en la arena, regar el jardín, hacer burbujas, pintar con tiza en el suelo, jugar en los columpios… estos 30 minutos siempre se pasan muy rápido para todos los niños.

En el método pedagógico Montessori, el patio exterior, además de para el juego libre, se usa para propósitos educativos ya que el currículo enfatiza el contacto y la exploración del medio natural. El tiempo de patio desarrolla mucho las habilidades sociales de los niños, su capacidad psicomotriz y la imaginación puesto que se intenta que no haya muchos materiales en el patio para que los niños utilicen sus recursos más creativos.

Ciclo de trabajo de la tarde

13:30 – 15:30

Al final de la jornada, se regresa de nuevo al interior del aula y los niños se sientan en la alfombra, con cojines y mantas. El maestro Montessori les leerá un cuento y los niños aprovecharán para descansar, relajarse o echarse una siesta aquellos que lo necesiten.

El ciclo de trabajo de la tarde comienza después de este momento de tranquilidad en el círculo. Este nuevo ciclo de trabajo, donde los niños seguirán trabajando en diferentes áreas y con diferentes materiales, se extenderá hasta las 15:30 p.m.

Tan pronto como los padres van llegando, el maestro va llamando a los alumnos por su nombre para que vayan a su compartimento/percha/cubículo a por su abrigo y sus zapatos y se preparen para volver a casa. Cuando el niño está listo, el maestro se despedirá de él personalmente, le reforzará y se lo entregará a los padres directamente.

Esta sería una jornada en un aula Montessori cualquiera, teniendo siempre en cuenta que las dinámicas concretas y la estructura de las actividades diarias dependerá de cada centro y de cada maestro. Esperamos que te haya ayudado a hacerte una idea más concreta de este método pedagógico y que te haya resultado interesante.

Te animamos a compartir este artículo con quién consideres que pueda serle útil. Puedes dejarnos un comentario o consultarnos todas las dudas que tengas. Estamos encantados de responderte y ayudarte en todo aquello que podamos.

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