Ya ha comenzado un nuevo año y ha llegado el momento de hacer balance como dice la canción de Mecano:

…cinco minutos más para la cuenta atrás

hacemos el balance de lo bueno y malo…

Es hora de hacer la lista de buenos propósitos para este año. ¿Ir al gimnasio?, ¿ponerte a dieta?, ¿aprender inglés?, ¿dejar de fumar?,… ¿Te suena? No te tortures, en menos de un mes todo se ha ido al garete, nuestra mente se llena de buenos propósitos que la mayoría de las veces cae en saco roto. Lo importante no es conseguir metas, sino fijar objetivos que sean fácilmente alcanzables, que sean de tu agrado, que te hagan sentir bien.

Por ejemplo, en lugar de querer adelgazar 10 kg es mejor fijar el objetivo de aprender a comer mejor, más verdura y fruta, menos grasas, menos dulces, menos alcohol, en definitiva, comer más saludablemente. En lugar de aprender idiomas intenta ver películas en versión original. Antes de apuntarte a un gimnasio intenta caminar todos los días una hora y ve por lo menos un día a la semana a nadar. ¿Y el tabaco? Es tu salud la que está en juego…

Piénsalo detenidamente y verás que conseguir estos propósitos/objetivos seguro que te hará más feliz.

Año nuevo, cara nueva

Yo he decidido como propósito para este año ponerle buena cara al año que empieza, sonreír más, cuidar más a mis amigos, tener más paciencia con mis hijos, ser más agradecida con mi pareja y sobre todo QUERERME MÁS A MÍ MISMA. Hay un dicho que dice «La cara es el espejo del alma», y este me sirve para hacer una reflexión: ¿Has pensado con qué cara vas a recibir el próximo año nuevo? Pues este también puede ser un buen propósito para este año, mejorar nuestro aspecto físico y vamos a empezar por mejorar nuestra cara, ya sabes año nuevo, cara nueva.

Este año no vamos a poner más excusas y vamos a ponernos propósitos fáciles de cumplir, o mejor dicho, objetivos fáciles de cumplir, y eso vamos hacer, mejorar nuestra cara.

Vamos a cuidarnos no solo por dentro sino también por fuera. Vamos a intentar conseguir tener una piel más bonita y cuidada y, mejorar nuestra cara.

Vamos a comenzar con mantener una rutina diaria de belleza.

Para empezar a tener una piel limpia y bien cuidada, una vez que sepamos qué tipo de piel tenemos, mixta, seca o grasa, vamos a intentar conseguir una rutina diaria de belleza.

Comienza cada día con una limpieza adecuada del rostro para mejorar nuestra cara. La clave para que una rutina de cuidado de la piel sea eficaz, es comenzar con un rostro limpio, libre de impurezas y suciedad. La limpieza es un requisito imprescindible para aplicar el resto de cremas y conseguir mayores beneficios.

Después aplica un sérum y una hidratante adecuada a tu tipo de piel. Déjate asesorar por un experto que te dará los mejores productos adecuados a tu piel para mejorar nuestra cara y acostúmbrate a usar productos de buena calidad. Tu piel lo agradecerá y verás cómo mejorará tu aspecto físico.

Repite esta rutina también por la noche, ¡no seas perezosa! Limpia tu piel correctamente antes de dormir aunque sea muy tarde y estés muy cansada. ¡NO TE VAYAS NUNCA A LA CAMA SIN HABERTE DESMAQUILLADO! o no conseguirás, mejorar nuestra cara.

Tan importante como la limpieza del rostro es desmaquillarte todas las noches tus ojos con un desmaquillador libre de aceites que elimine suavemente todo tipo de maquillaje para ojos y que no deje sensación grasa en tu piel.

No son aconsejables las toallitas desmaquillantes porque no eliminan el maquillaje del todo y pueden obstruir los poros y además las toallitas suelen llevar alcohol, conservantes y fragancias que pueden llegar a ocasionar alergias.

Durante el día, aunque no nos hayamos maquillado, podemos sudar, tocarnos con las manos sucias, y además estamos expuestos a la contaminación ambiental, por lo que es necesario limpiarnos bien, con un producto adecuado a nuestra piel. Sigue con un sérum y cambia la hidratante por una nutritiva. Este tipo de cremas hacen su función por la noche mientras dormimos porque el colágeno y el retinol que suelen llevar, se activa cuando estamos reposando.

Si consigues seguir estas sencillas pautas durante un mes, ya has conseguido un paso muy importante en tu objetivo de rutina diaria de cuidado de belleza y puedes ir ampliándolo a otros productos para tratar problemas específicos.

¿Tienes los ojos cansados? Incluye en tu rutina una crema que los revitalice para tonificar, reafirmar y reducir la hinchazón existente en la delicada zona de alrededor de los ojos.

¿Tienes ojeras? Utiliza una crema de ojos que reafirme, ilumine y aporte una hidratación intensa, además de minimizar las finas líneas y arrugas.

¿Tienes arrugas profundas? Es el momento de empezar con un tratamiento para tratar las arrugas que rellene y corrija las arrugas alrededor de los labios, de los ojos y en la frente.

En definitiva, 2018 puede ser al año en el que tu belleza brillará como nunca. Solo hace falta ponerse manos a la obra y cumplir estos propósitos. ¡Atrévete a cambiar tu rostro en 12 meses y disfruta del resultado que no solo lo verás tú, sino los que te rodean. Me atrevo a decirte que más de uno/a te preguntarán qué usas porque te verán un brillo especial.

Muchas veces los propósitos son sinónimo de fracaso, pero eso no va a ser así. Vamos a concienciarnos, cargarnos las pilas, armarnos de paciencia y a por ellos. Si fallamos siempre hay tiempo para volver a intentarlo.