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Mi niño no quiere ir al cole, ¿qué puedo hacer?

niño no quiere ir al coleCada año, con el comienzo de un nuevo curso, llega un momento en las primeras semanas en el que prácticamente todos los niños se niegan a ir a la escuela algún día; es normal, el verano es muy divertido y cuesta volver a la rutina (unos días para reencontrarse con los compañeros, conocer profes nuevos, etc. pase, pero ir todos los días es otra cosa). Sin embargo, si el problema persiste durante el curso y el niño no quiere ir al cole con demasiada frecuencia, podría ser un signo de algún problema.

El niño no quiere ir al cole otra vez después de las vacaciones

¿Cómo lo manifiesta?

Por lo general, con algún tipo de pelotera: te da malas contestaciones, no quiere vestirse, desayunar… o tarda demasiado en hacerlo deliberadamente para ver si se pasa la hora de entrar y ya se libra de ir, va quejándose todo el camino o suplicando que no lo lleves o monta una escena en la puerta. Los más introvertidos no lo manifiestan con una rabieta, pero se les nota apáticos y puede que algo irritables a la hora de prepararse para ir a clase, ponerse con los deberes, comentar qué tal les ha ido el día, etc.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Aunque te cueste, demuestra entusiasmo por el fin de las vacaciones. Si se nota que a ti tampoco te apetece mucho volver al trabajo o separarte de los niños tantas horas, aumentará su descontento con la nueva situación. Habla de la vuelta a la normalidad como algo bueno y plantea actividades «de transición» que prolonguen un poco la despedida del verano. Por ejemplo, no lo apuntes nada más empezar el curso a cuarenta actividades extraescolares, deja que disfrute de tardes libres para hacer los deberes (si tiene) a su ritmo y que le quede tiempo para jugar a algo que le gustaba en las vacaciones o para salir ahora que todavía hace buen tiempo e introduce poco a poco las actividades nuevas como algo emocionante, no como otra carga.

Si el niño es muy pequeño, acompáñalo personalmente si puedes y no dramatices la despedida aunque llore. Procura acudir puntalmente a esperarlo todos los días para darle la tranquilidad de que siempre volverás a buscarlo. Y aunque te dé duelo llevarlo, no cedas y lo dejes en casa ni un día porque sentarás un peligroso precedente.

El niño no quiere ir al cole prácticamente ningún día

¿Cómo lo manifiesta?

Se queja de dolor de tripa, cabeza o garganta (que suele pasarse o mejorar milagrosamente solo por quedarse en casa durante la jornada escolar pero vuelve a la mañana siguiente), sufre vómitos, diarreas y pérdida de apetito (la idea de ir al colegio le produce realmente angustia y podría estar somatizándola), muestra tristeza o disgusto ante todo lo relacionado con el colegio, y puede ponerse agresivo y enfrentarse abiertamente a ti cuando le impones la asistencia a clase.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Un niño que muestra una animadversión tan grande hacia el colegio como para querer faltar de forma recurrente llegando al punto de mentir sobre su salud o tener reacciones airadas contra sus padres tiene muchas papeletas de estar sufriendo alguno de estos problemas:

  • Bullying.
  • Problemas con algún compañero o maestro.
  • Problemas para seguir normas y aceptar la autoridad.
  • Un mal rendimiento académico puede convertir la asistencia a clase en una experiencia muy negativa: Sentir que no te enteras de nada, no saber hacer con frecuencia los ejercicios, tener miedo constantemente a que te pregunte el profesor, trabajar pero ver que no te luce, pensar que vas a parecer «el tonto» de la clase o se van a reír de ti quitaría las ganas de ir a cualquiera. Tal vez necesite un poco de ayuda en casa.

Lo más importante en estos casos es tratar de averiguar qué le está pasando. Pregúntale directamente o ve sonsacándole si no está receptivo. Acércate al colegio y habla con el tutor,  puede ayudarte a descubrir qué pasa observando al niño en diferentes situaciones (aula, patio). Si se considera que puede ser un problema importante, puede ser necesaria la intervención del orientador del centro (los hay en la mayoría). Si esto no es posible, acude a un psicólogo infantil.

Sobre María Pascual

María Pascual Cabrerizo es doctora en Traducción y Comunicación Intercultural por la Universidad de Valladolid, donde actualmente trabaja en la formación de futuros ingenieros y profesores de Educación Primaria e Infantil y colabora en distintos proyectos de investigación. Además de su labor docente e investigadora, realiza traducciones de todo tipo de documentos y libros, desde manuales de informática hasta lecturas infantiles. María es también coautora, de tres libros de inglés Para Torpes (Oberón Práctico) y de materiales didácticos para la plataforma virtual Didakids.

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