Los padres leyendo cuentos a los niños antes de dormir es una estampa clásica que ha formado parte del entretenimiento y el tiempo en familia durante generaciones. Sin embargo, esta costumbre se está perdiendo en muchos hogares en los que los padres no encuentran tiempo para hacerlo, se sienten «sosos» contando historias, les resulta más cómodo endilgar a los niños una tablet o sentarlos delante de la tele y dejar que se entretengan solos con algo audiovisual… Aunque tus hijos estén expuestos a fábulas y otras historias en el cole, sigue leyendo para no perderte los beneficios de contar cuentos también en casa, ¡y empieza a contarlos si es que no lo haces ya!

Descubre los beneficios de contar cuentos a tus hijos

Contar cuentos une y crea hábito

Sentarte con tus hijos a diario para leer un cuento te permite pasar tiempo de calidad con ellos, divertiros juntos y compartir un interés. Esto sirve para estrechar los lazos entre vosotros y también para despertar en los niños una pasión por la lectura y la cultura que podrán seguir desarrollando a lo largo de su vida y trasladar a su vez a tus nietos.

Es una forma sencilla de transmitir valores y conocimientos

A los niños les encanta escuchar historias, así que están más abiertos a los mensajes que transmiten y que les prepararán para la vida.  Esto nos ayuda, por una parte, a inculcarles valores y animarles a apreciar cualidades como la sabiduría, el valor, la generosidad, la capacidad de superar dificultades, etc.   y por otra, a explicar conceptos morales, como el bien y el mal. Asimismo, aunque tengan una buena dosis de fantasía, los cuentos muestran características de los humanos, los animales y la naturaleza en general, comportamientos, relaciones,  costumbres y otros aspectos de la vida cotidiana en distintas culturas  que ayudan a los niños a adquirir conocimientos y entender mejor el mundo.

Estimula la imaginación

A diferencia de lo que ocurre cuando ven dibujos animados o películas, los niños crean en su mente la imagen de los escenarios y los personajes, con lo cual ya están ejercitando la imaginación solo con escuchar el cuento, pero, además, puedes animarles a que añadan personajes de su cosecha o variaciones en la trama a alguna historia que ya conozcan para que sigan expandiendo su creatividad.

Ayuda a los niños a desarrollar otras habilidades

La buena disposición de los niños a escuchar las historias de sus padres les permite desarrollar habilidades como la atención, la percepción y la comprensión sin ningún esfuerzo. También puedes ayudarles a entrenar la memoria pidiéndoles, por ejemplo, que te recuerden lo que había pasado en la historia hasta el punto en el que la habéis retomado (si es una narración larga), o que te cuenten ellos algún cuento corto que les hayas leído otro día.

Mejora la capacidad lingüística

Escuchar es una de las mejores formas de aprender un idioma. Aunque el niño no sea consciente de la gramática, al oír los cuentos va asimilando estructuras y ampliando su vocabulario incluso en su propia lengua. Los niños acostumbrados primero a escuchar y luego a leer cuentos se expresan mejor y comenten menos faltas de ortografía.

Los padres también obtienen beneficios de contar cuentos a sus hijos

No todos los beneficios son para los niños: la hora del cuento es uno de los momentos más relajantes del día para muchos padres,  entrar en el reino de la fantasía ayuda a los adultos a mantener activa la imaginación, y la necesidad de vocalizar y modular la voz para «interpretar» mejor el cuento, o de simplificar expresiones o buscar sinónimos de algunas palabras  para hacer la narración más comprensible, es un ejercicio estupendo para mejorar nuestras habilidades comunicativas.