Muchos adultos encuentran tediosas las tareas de casa así que es fácil entender por qué a los niños tampoco suelen gustarles. Además, los pequeños están absortos en su mundo y no les importa demasiado si hay dos pelusas en el suelo o doscientas y, a menudo, sienten que recoger su cuarto, por ejemplo, les quita tiempo de hacer otras actividades que les gustan más. Sin embargo, ayudar con las tareas domésticas tiene beneficios para los niños:
- Aprenden habilidades para la vida, no solo la ejecución de las tareas, sino la organización, el seguimiento de instrucciones, el poner cuidado en lo que se hace, la disciplina, etc.
- Descubrir que las cosas no se limpian y ordenan solas los hace más responsables y respetuosos.
- Es otra forma de pasar el rato para los niños que tienden a aburrirse.
Consejos para que tus hijos puedan ayudar con las tareas domésticas
1. Deja que te ayuden
Aunque sean muy pequeños y en realidad su ayuda sea más un estorbo, si sale de ellos ayudarte, deja que lo hagan. Al principio es posible que «pierdas tiempo» o que tengas que trabajar dos veces, pero al final verás que es bueno que se impliquen para inculcarles el hábito.
2. Muestra una actitud positiva
No te quejes de las tareas domésticas para que no les parezcan a ellos también un horror y plantéalas como algo divertido (puedes poner música de fondo o aprovechar para hablar mientras trabajáis juntos) y como una buena contribución a la vida familiar. Aprovecha para introducir refuerzos positivos, como halagos por su trabajo y frases como «me gusta limpiar contigo» o «qué bien que hagamos la cama juntos, así es más fácil».
3. Enséñales
Trabajar en equipo es mejor para enseñarles que asignarles tareas directamente. Cuando ya controlen un poco, puedes dejar que las hagan solos; no estés siempre supervisando lo que hacen porque entonces puede parecer que su trabajo es inútil.
4. Piensa bien las tareas que asignas
Asigna tareas acordes a la edad y, obviamente, que no entrañen peligro. Aquí tienes una lista orientativa de tareas que puedes ir introduciendo en cada edad:
- Antes de los 3 años: meter la ropa sucia en el cubo de lavar, recoger sus juguetes, emparejar calcetines después de la colada, regar plantas.
- 3-6 años: guardar ropa, ayudar recoger el lavavajillas, poner y recoger la mesa, preparar su mochila, ayudar a hacer camas.
- 6- 8 años: limpiar el suelo, ayudar en la cocina, hacer su cama, fregar los platos, clasificar la ropa para lavar.
- 8 -10 años: cuidar a la mascota, preparar comidas sencillas sin supervisión (por ejemplo, la merienda), sacar la basura.
- A partir de 10 años: poner la lavadora, mantener su habitación limpia y ordenada.
También es importante que las tareas que les pidas que hagan no les requieran mucho tiempo, sobre todo entre semana. Entre el cole, los deberes y las actividades extraescolares, hay niños que no tienen tiempo ni para jugar: recuerda que es importante respetar su tiempo de relajación.
5. No conviertas las tareas domésticas en motivo de conflicto
No esperes que lo hagan todo perfecto: la gracia no es ahorrarse la asistenta, sino que los niños se involucren, así que ten paciencia y no les riñas si ves que se lo toman en serio aunque el resultado no sea el mejor. Tampoco esperes que lo hagan siempre de buen grado (no te enfades, pero tampoco cedas cada vez que protesten). No uses las tareas domésticas como castigo y ten sumo cuidado si ofreces recompensas por hacerlas, ya que podrías transmitir un mensaje equivocado.