A partir de los seis meses se empiezan a introducir los alimentos sólidos en la dieta infantil, es decir, se inicia la alimentación complementaria a la leche materna o de fórmula. El puré de verduras, después de las frutas y los cereales es uno de los primeros que recomiendan los pediatras. En este artículo vamos a ver los purés de verduras, en concreto un rico potito de calabaza.

Verduras recomendables en los primeros purés

En general las primeras verduras que recomiendan los pediatras son zanahoria, calabacín, puerro, judías verdes, calabaza y patata; por supuesto de primera calidad e irlos introduciendo de forma progresiva para ver posibles intolerancias e ir acostumbrando al bebé a los nuevos sabores.

Sin embargo hay algunas verduras que se debe esperar hasta el año para introducirlas como las espinacas y acelgas por su alto contenido en nitratos y las coles, brócoli, espárragos, coliflor o remolacha porque pueden producir flatulencias y tienen un sabor más fuerte y los bebés pueden rechazarlas.

Cómo preparar de manera sencilla un puré casero

Elegir verduras frescas y lavarlas muy bien con agua fría, quitarles la piel y las partes dañadas.

Se pueden cocinar al vapor, cocerlas o utilizar la Thermomix. Vigila el tiempo de cocción, ten en cuenta que a menor tiempo de cocción más nutrientes conserva el alimento.

Para preparar el puré es aconsejable separar la verdura del agua de cocción, batir e ir añadiendo el caldo necesario para darle al puré la consistencia deseada. En los primeros meses es mejor una textura muy fina para que al bebé le cueste menos comerlo.

Por último añadirle al puré una vez hecho una cucharadita de aceite de oliva virgen crudo para mejorar la textura del puré.

Otros alimentos que se pueden ir añadiendo al puré

Progresivamente y siempre bajo el consejo de tu pediatra puedes ir añadiendo otros alimentos al puré de tu bebé.

Carne de pollo, ternera o cordero en pequeñas cantidades, entre 20 y 30 gramos en este orden. Pescado blanco a partir del año unos 30 o 40 gramos cuidando mucho de que no tenga ninguna espina.

Es aconsejable en ambos casos cocer las verduras primero y luego añadir las carnes o pescado y triturar juntos para conservar los nutrientes de todos los alimentos.

Consejos para preparar bien un potito casero

No añadir nunca sal al preparar un puré para un bebé.

No añadir nunca azúcar a una papilla de frutas.

Extremar la higiene, no solo de los alimentos, sino de los utensilios que se utilicen, la superficie donde se trabaja y de nuestras manos para evitar una posible contaminación.

No guardar más de 48 horas un puré y en todo caso congelarlo en las dosis apropiadas.

Ojo a la temperatura del puré, probarlo primero antes de dárselo a nuestro bebé para evitar quemaduras.

Receta Potito de calabaza

Ingredientes

• Un trozo de calabaza
• Una zanahoria
• Una patata mediana
• Un puerro
• Una cucharada de aceite de oliva virgen extra
• 250 ml de agua

Preparación

Trocea el puerro, la calabaza, la zanahoria y la patata, agrega 250 ml de agua y programa 30 minutos, 100º velocidad 3 en la Thermomix.

Abre y baja los restos que hayan quedado en las paredes, tritura a velocidad progresiva 5-7-9. Comprueba la textura y si está muy espeso puedes añadirle un poco más de agua y si está demasiado claro deja cocer unos minutos más a 100º.

Si no tienes Thermomix puedes hacer el potito de calabaza en una olla a presión. Pon el agua a cocer, cuando esté a punto de ebullición añade las verduras troceadas, tapa la olla y cuando suba la pesa tenla unos 5 minutos. Aparta del fuego y deja enfriar. Tritura primero las verduras y añade el caldo que sea necesario para conseguir la textura deseada.

Deja templar y pruébalo antes de servirlo a tu bebé. Ponlo en un bol y añade una cucharada de aceite de oliva crudo.

Este potito de calabaza lo puede consumir tu bebé a partir de los 6 meses, pero consulta con tu pediatra antes de introducir un alimento nuevo.