En el mundo en el que vivimos resulta fundamental tener una noción realista de cómo somos. Se ha dicho en muchas ocasiones que la forma en la que nos tratamos a nosotros mismos es un claro reflejo de cómo vamos a tratar a los demás, así que nos encontramos ante un concepto que sin duda tenemos que trabajar con nuestros hijos. Fomentar la autoestima en los niños es fundamental para favorecer su desarrollo físico, emocional e intelectual.

¿Qué puedo hacer para fomentar la autoestima en los niños?

Como ocurre en el desarrollo global de nuestros hijos, es fundamental que el niño crezca en un ambiente familiar estable y relajado. Partiendo de esa premisa, podemos incidir en varias acciones que nos ayudarán a fomentar la autoestima en los niños:

• No pretendas tener un hijo perfecto. Desengáñate, los niños perfectos no existen, de la misma forma que no existen los adultos perfectos. Tener expectativas irreales sobre nuestros hijos pueden crearles estrés y provocar en ellos el efecto contrario al que esperamos en el desarrollo de su autoestima.
• Evita comparaciones con otros niños. Nuestros hijos son únicos, con sus cosas buenas y sus cosas menos buenas. No compares nunca a tu niño con otros niños, porque cada uno tiene sus circunstancias, su nivel evolutivo y su propia forma de ser.
• Utiliza siempre el refuerzo positivo. Es fundamental que no olvides nunca elogiar los logros y comportamientos adecuados de tu hijo. Esto le motivará a esforzarse por hacer las cosas mejor cada vez
• Elogia todos sus logros, sí, pero con cautela. Si nos pasamos alabando a nuestros hijos podríamos provocar el desarrollo de un ego exagerado, y eso sería más que contraproducente, puesto que dificultaría la relación del niño con sus compañeros y amigos. Una cosa es la autoestima y otra muy distinta el egocentrismo. Recuerda, «nada beneficia más que la autoestima, basada en lo que es justo y correcto» (John Milton).
• Establece metas realistas que el niño pueda alcanzar y encomiéndale tareas que pueda realizar. A partir de una cierta edad, los niños pueden realizar tareas y adoptar responsabilidades. Recuerda proponerle objetivos que sean factibles (vestirse solo, recoger sus juguetes, poner la mesa, ayudarte a hacer la compra…) y dile siempre lo bien que lo ha hecho y lo mucho que te ayuda.
• Dedícale tiempo en exclusiva. En el mundo actual todos vivimos acelerados, siempre corriendo y siempre intentando hacer varias cosas a la vez. Olvídate. Tu hijo necesita que le dediques tiempo solo para él, sin responder llamadas ni mensajes, sin hacer nada más que estar con él. Un poco de tiempo de calidad puede reportar enormes beneficios en el desarrollo de tu hijo.
• Escúchale y ten en cuenta sus opiniones y puntos de vista. Cuando el niño se siente escuchado se esfuerza por corresponder y mostrarse cada vez más maduro.
• Deja que experimente. A veces los padres pecamos de excesivamente cautos. Y es muy complicado dejar volar a nuestros pajaritos, pero ellos necesitan experimentar para desarrollarse. Deja que realice actividades solo, sin exponerlo a peligros, obviamente, para que sienta que confías en él.
• Deja que tome sus propias decisiones y se equivoque algunas veces. Seguro que más de una vez sabes que si hace esto o lo otro va a acabar llorando o no va a ser lo que él esperaba. No se lo digas. Deja que sea él el que decida qué hacer y se equivoque, para que desarrolle el proceso de toma de decisiones y el análisis de resultados.
• Por último, pero no menos importante, para favorecer la autoestima en los niños valora más el esfuerzo en el proceso que los resultados obtenidos, de esta forma tu hijo comprenderá la importancia del trabajo y la constancia para la consecución de objetivos.

La organización es importante en la vida familiar durante todo el año, pero hay épocas, como el inicio de un nuevo curso, en las que es especialmente difícil no verse sumidos en el caos de citas, actividades, compras, cumpleaños de nuevas amistades, etc. Crear un calendario familiar es una forma excelente de tener bajo control todos los cambios organizativos que conlleva la vuelta al cole y de mantener la agenda de la familia organizada durante todo el año. Además de quitarnos estrés porque nos ayuda a que no se nos olvide nada y a hacer los preparativos necesarios a tiempo, nos servirá para dar ejemplo a nuestros hijos y crearles hábitos de organización.

En tu calendario, que puede ser tradicional o virtual, podrás incluir actividades extraescolares, eventos fuera de la actividad normal de la familia, fechas de exámenes o entrega de trabajos, cumpleaños de amigos, visitas al médico, compras que hay que hacer, vacaciones, excursiones, días que va a estar fuera alguno de los padres… ¡Todo depende de vuestros gustos y necesidades!

Crear un calendario familiar en papel

Esta es la mejor opción cuando los niños son pequeños porque pueden participar en la organización de una forma más activa. También es aconsejable si intervienen personas que no se sienten cómodas con la tecnología, como por ejemplo algunos abuelos.

Podéis elegir el formato que más os guste: de pared, de escritorio, una pizarra… Lo importante es que sea lo bastante grande como para que cada miembro de la familia pueda poner al menos una entrada y que esté en un lugar visible y accesible para todos. Uno de los métodos más sencillos, y por consiguiente de los que mejor funciona, es usar cada mes una cartulina o folio con recuadros para los días. Este formato deja más espacio que los calendarios que incluyen varios meses en una página, pero sigue ofreciendo una visión de tiempo larga que nos permite planificar con bastante antelación, a diferencia del formato diario o semanal.

Otras opciones incluyen escribir en un calendario normal o crear un calendario familiar casero completo con papel/cartulina y algo para fijarlo a la pared o con espiral si quieres hacer uno de escritorio. Puedes personalizar tu calendario casero con fotos de la familia, dibujos de los niños, etc. pero recuerda que no es un calendario decorativo, lo importante es el espacio que quede para rellenarlo. Si las manualidades no son lo tuyo pero quieres un calendario especializado, también los venden ya hechos; en Amazon es fácil encontrar una amplia variedad de modelos por entre 5 y 20 euros.

Cuando ya tengas el calendario, asigna un color a cada miembro de la familia para que escriba sus entradas. Como alternativa, podéis usar pegatinas que representen actividades frecuentes, como un balón para un partido o entrenamiento, un instrumento para una clase de música…

Crear un calendario familiar digital

Esta opción más moderna ahorra recursos y hace que sea fácil modificar el contenido sin «estropear» el calendario. Un buen calendario digital debería reunir estos requisitos:

• Uso fácil e intuitivo para que pueda utilizarlo cualquier miembro de la familia.
• Posibilidad de compartir con permisos de edición; la gracia es sincronizar agendas.
• Sincronización automática en todas las plataformas en las que se pueda usar para evitar desfases.
• Con código de colores para que quede claro cuáles son las actividades de cada persona.

Existen numerosas aplicaciones y servicios Web que permiten crear calendarios digitales. Aquí tienes algunas ideas:

• Calendario: Si utilizas iOS estarás familiarizado con su aplicación Calendario, que incluye específicamente un calendario familiar. Todos los cambios se sincronizan en iCloud y en consecuencia, en todos los dispositivos asociados a la misma cuenta. Permite alternar vistas, utilizar distintos colores para los tipos de eventos y configurar alarmas basadas en el tiempo y la ubicación.
• Google Calendar: Si tienes una cuenta en Gmail, lo tienes gratis y también es la aplicación de calendario predeterminada en todos los teléfonos Android. Los calendarios se pueden ver por día, semana, mes o como agenda. También permite establecer recordatorios que llegarán al correo o se mostrarán en pantalla.
• Domuus:Aplicación disponible para iOS y Android. Además de anotar en el calendario, permite crear listas y notas, compartir archivos y contactos y enviar notificaciones. Además cuenta con un sistema de permisos modular para que no todos puedan ver y editar todo.
• Cozi: Si el inglés no es un problema para vosotros, este servicio gratuito es muy atractivo. Tiene versión Web y en aplicación móvil (Andrid, iOS y Windows Phone), se puede sincronizar con Outlook, permite elegir entre vistas de día, semana y mes (colores disponibles en día y semana) e incluye también opciones de recordatorio (mensaje o correo).

Llega septiembre, y con él la temida (y en ocasiones deseada) vuelta al cole. Los papás que nos enfrentamos al inicio de esta importante etapa en la vida de nuestros hijos nos sentimos inquietos e inseguros, y es normal. El primer día de cole es un hito tanto en la vida de los niños como en la de sus padres. Hoy por hoy, la mayoría de los niños han asistido a la guardería, por lo que el comienzo de esta nueva etapa educativa no es tan traumático; los niños ya han experimentado la separación de sus padres. No obstante, se trata de un entorno y un contexto completamente nuevos para ellos y esa situación requiere siempre un cierto nivel de adaptación.

Algunos trucos para afrontar el primer día de cole

• Unos días antes del gran momento, intenta ir estableciendo rutinas. Todos sabemos que el verano es una época de relajación y cierta anarquía para todos. Pero es importante que unos días antes de empezar el curso el niño se vaya acostumbrando a irse a la cama temprano y a levantarse a una hora prudente. Este entrenamiento evitará que esté agotado el primer día de cole.
• Familiarízale con el entorno. Háblale de cómo será ese nuevo “cole de mayores” al que va a asistir. Háblale de las actividades que va a realizar, de los juegos de los que va a disfrutar, de los libros, de los profesores… Si tienes ocasión, llévalo físicamente al colegio, para que pierda un poco el miedo a lo desconocido.
• Habla con el tutor de tu hijo. Antes de que el niño acuda al centro educativo, se suele realizar una reunión de padres en la que los docentes nos dan toda la información necesaria para afrontar este día. Expón todas tus dudas e inquietudes en esta reunión; esto ayudará a que te sientas más tranquilo el día D.
• Empieza la mañana con calma. Es importante que el primer día de cole de tu pequeño minimices el estrés antes de salir de casa. Procura ir con tiempo para realizar todas las tareas previas: levantarse, desayunar, vestirse, organizar su mochila… Mientras os preparáis, es recomendable que vayas hablando con el niño sobre el colegio de forma positiva: “¡qué suerte que vas a ir al colegio”, “ya verás qué de cosas aprendes”, “lo pasarás genial jugando con otros niños”…
• Sé puntual. Si llegas al colegio un poco antes de la hora, tu peque tendrá la oportunidad de ver a sus compañeros y empezar a interactuar con ellos. Así tendrá un referente antes de entrar en el aula.
• Despídete de forma breve y con una sonrisa. Es muy fácil decirlo, aunque no tan sencillo hacerlo. Pero es crucial. Si tu niño ve que te despides de él con una sonrisa, se sentirá más seguro y confiado. Y ese sentimiento es fundamental para superar su primer día de cole. Haz un esfuerzo y guárdate las lágrimas para cuando el niño haya entrado al aula. Y procura que la despedida no se alargue para siempre.

Piensa que los niños tienen una increíble capacidad de adaptación, así que no te preocupes, mucho antes de lo que imaginas, tu hijo y tú estaréis inmersos en la rutina sin ningún problema.  ¡Ánimo a todos!

Entre las múltiples tareas que conlleva afrontar la vuelta al cole se encuentra la de preparar la mochila para que nuestros hijos puedan transportar todo lo que necesitarán cada día: ¿nos sirve la del año pasado? Si necesitamos una nueva, ¿cómo podemos elegir la mochila adecuada? La elección de una buena cartera es fundamental para que niños y chavales puedan llevar sus libros y materiales con comodidad al tiempo que evitan problemas posturales y daños en la espalda, el cuello y los hombros.

7 consejos para elegir la mochila adecuada para tu hijo

A la hora de elegir su nueva mochila, los niños pequeños suelen obcecarse en cuanto ven una de los dibujos que les gustan, mientras que los más mayores y los adolescentes se preocupan mucho por el estilo de moda. El diseño es importante para ellos porque la van a llevar como complemento todos los días y necesitan sentirse a gusto con su aspecto general, pero hay criterios mucho más trascendentales para hacer una buena elección:

1. Mejor mochila que bandolera para que el peso quede más repartido.
2. El tamaño debe ser proporcional a la estatura: debe comenzar en los hombros y no debe superar la cintura.
3. Las correas deberían ser anchas, acolchadas y regulables. Las que son estrechas terminan por clavarse en los hombros y hacer daño y las que no se pueden ajustar pueden obligar a tu hijo a llevarla mal colocada siempre.
4. También es aconsejable que el fondo esté acolchado para que no les rocen en la espalda los bordes de los libros y otros objetos duros del interior.
5. El material de la mochila debe ser ligero, que bastante peso tienen que llevar ya. Las fibras sintéticas son más duraderas y ligeras que otros materiales, como el cuero, y además suelen ser impermeables.
6. También es importante que las costuras que unen las distintas partes de la mochila sean resistentes y, sobre todo, que la cremallera esté bien rematada y funcione bien desde el principio, ya que van a abrirla y cerrarla muchas veces. Las cremalleras dobles suelen resultarles más cómodas.
7. Las mochilas con compartimentos permiten distribuir mejor el peso del contenido y hacen que sea más fácil encontrar lo que se necesita en cada momento. Antes de comprar piensa en lo que tendrá que llevar habitualmente tu hijo para calcular cuántos espacios debería incluir la mochila. Dependiendo de la edad, puede ser interesante buscar una mochila «tecnológica», con compartimentos específicos para el teléfono y la tablet o el ordenador, salida para auriculares o incluso control del volumen, etc.

No solo es elegir la mochila adecuada, también hay que saber llevarla

Por muy buena que sea la mochila, puede seguir causado problemas a nuestros hijos si no la llevan bien o la cargan demasiado.

Asegúrate de que tu hijo se coloca correctamente ambas correas para distribuir el peso entre los dos hombros y ajústaselas si es necesario para que la parte inferior de la bolsa quede apoyada en la zona lumbar. Ayúdale también a acostumbrarse a flexionar las rodillas en vez de doblar el cuerpo cuando tenga que levantar la mochila o si necesita agacharse con ella puesta. Tampoco está demás que los niños hagan con regularidad algún ejercicio que refuerce la musculatura de su espalda para que el peso de la mochila no les dañe la columna vertebral.

La forma de organizar el contenido también es importante. Aprovecha bien los compartimentos y coloca lo más pesado en el centro del compartimento principal. Los médicos recomiendan que la mochila no pese más del 10% del peso del niño, así que procurad dejar todo lo prescindible en casa o en el colegio si disponen de un espacio para ello. Si la carga que debe transportar a diario es muy pesada, las mochilas con ruedas son una opción a considerar, pero por su peso y forma suelen resultar difíciles de manejar cuando hay que subir o bajar escaleras.

Ya llega septiembre y con él la inevitable vuelta al cole: nueva organización, gastos extra, volver a madrugar, niños revolucionados… Pero no sufras, aquí tienes diez trucos que harán más llevadera la temida vuelta al cole.

1. Planificar antes de comprar

Vacía armarios y cajones para ver lo que sirve todavía a cada niño y lo que ya no. Detectadas las necesidades reales de ropa y calzado, prepara un presupuesto e intenta ceñirte a él comparando precios y aprovechando descuentos y rebajas. Lo mismo sirve para el material escolar; antes de liarte a comprar todo nuevo, comprueba si la mochila todavía es adecuada para tu hijo, si tiene pinturas y rotuladores prácticamente sin gastar desde el año pasado, cuántos cuadernos va a necesitar para empezar…

2. Organizar y reorganizar

No dejes las compras guardadas en cualquier parte de la casa, aprovecha la organización del nuevo material para ir perfilando un entorno adecuado para los deberes y el estudio. Para motivar a los niños, deja que te ayuden a forrar los libros, etiquetar los materiales, preparar la cartera… Es bueno que se acostumbren a dejar lo que necesitarán cada día preparado la tarde anterior. También conviene que los niños os ayuden a reorganizar los armarios porque así empezarán a responsabilizarse de su ropa.

3. Reajustar horarios antes de la vuelta al cole

No esperes al primer día de clase para volver al horario habitual durante el curso, empieza a adaptarlo en las dos últimas semanas de las vacaciones, pidiéndoles que se acuesten un poquito antes cada noche y haciéndoles madrugar cada día un poco más hasta llegar al horario normal. También es el momento de recuperar la rutina en las horas de comer, incluidos almuerzos y meriendas.

4. Poner el cerebro en «modo escolar»

No agobies a tus hijos los últimos días del verano para que repasen lo del año pasado o terminen el típico cuadernillo, tiene que notarse que todavía están de vacaciones. Para ir devolviendo sus cabecitas al «modo escolar» sin aguarles la fiesta, puedes proponerles algún juego o aplicación educativos, visitar un museo o participar en alguna actividad cultural.

5. Planificar la ruta para ir al cole y volver a casa

El primer día de clase no es el mejor para darse cuenta de que se tardaba en llegar un cuarto de hora en vez de diez minutos. Tanto si el colegio está cerca y los niños van a ir solos, como si los acompaña alguien o debes llevarlos en coche, es conveniente «ensayar» el recorrido antes de que empiece el curso. La mejor forma de hacerlo es en el horario escolar, de ese modo podrás prever el estado del tráfico y tener más referencias de cómo está la calle a esas horas.

6. Niños siempre bajo control

Una de las principales preocupaciones de los padres ante la vuelta al cole es pensar qué van a hacer los niños cuando no estén en clase, dónde y con quién pueden dejarlos… Antes del inicio del curso, habla con los abuelos o contrata cuidadores y elige con cuidado las actividades extraescolares para asegurarte de que los niños estarán bien atendidos todo el tiempo en el que su horario no coincida con el vuestro.

7. Crear un calendario conjunto

Crea un calendario familiar para tener controlados los horarios y eventos de toda la familia y cuadrar agendas. Es la mejor forma de no olvidarse de ningún acontecimiento y de ayudar a los niños a priorizar las actividades de cada semana.

8. Crear rutinas

Aprovecha los primeros días de clase para restablecer rutinas o crearlas según las nuevas necesidades del curso. Esto incluye, por ejemplo, limitar el uso de tele/ordenador/móvil, reservar un tiempo cada día para leer, hacer ejercicio, etc.

9. Organizar la casa y las tareas

Adaptarse a la nueva rutina consume tiempo, así que para no agobiarse lo mejor es aprovechar el final de las vacaciones para organizar la casa y luego acelerar las tareas domésticas y planificar y simplificar los menús y las compras de manera que nos quede tiempo para relajarnos y estar con nuestros hijos en momentos que pueden ser difíciles o estresantes para ellos.

10. Mantener un ambiente relajado y positivo

La ansiedad de los padres por tener todo preparado y la de los niños por pensar qué se van a encontrar a su vuelta al cole genera estrés los días previos. Procurad estar tranquilos, comparte con los niños recuerdos (buenos) de tu vida escolar, planead algo divertido para cuando salgan del cole el primer día…

La colección Kika Superbruja es un conjunto de libros donde Kika, una pelirroja inquieta y muy vivaracha, vivirá divertidas y disparatadas aventuras junto a su hermano Dani y a sus amigos, enfrentándose al brujo Jerónimo con un libro de hechizos que encuentra misteriosamente en su habitación.

El libro de hechizos de la bruja Elviruja cae en manos de Kika por arte de magia. Un libro que la bruja teme perder y le encarga al dragón Héctor que se lo entregue a la persona más indicada. Con este libro de hechizos esta jovencita se convierte en Kika Superbruja, una chica avispada, alegre y muy lista pero a la que los trucos casi siempre le salen mal.

A pesar de poner todo su empeño, los conjuros no siempre le salen con los resultados esperados; viaja en el tiempo, a veces aparece en lugares equivocados, se pega unos sustos de muerte pero al final consigue solucionar todos los entuertos en los que se mete.

Conoce a personajes muy variopintos como a Helge el vikingo, a Musa en el reino de Mandolán, al vampiro Diente Flojo, al rey tortuga Todobombo de Bomboyplatillo, a Don Quijote de la Mancha y a muchos más a los que ayuda.

En estos libros se muestra un mundo de fantasía donde brujas, hechizos, dragones, vampiros, piratas, vikingos o dinosaurios hacen vivir a los lectores numerosas aventuras junto a su heroína gracias a sus desastrosos encantamientos que a pesar de todo están llenos de valores como el compañerismo, el compromiso, la confianza, el respeto a los demás y al medio ambiente.

Al final de algunos libros aparecen trucos, como «El terrorífico Espíritu de la botella», «El murciélago volador», «Bola brillante», «Magia acuanauta», «Tinta invisible», «El mensaje del periódico», «Descifrar mensajes secretos», «Nudos de marinero», «Osa Mayor», «El mensaje de la botella»… o divertidas e interesantes peripecias sobre la historia.

Esta colección está escrita por Knister, seudónimo del escritor alemán Ludger Jochmann, autor además de Yoko, Quique & Lucas, Locopilotos y muchos más.

Libros de la colección Kika Superbruja

Otros libros de esta colección son:

• Kika Superbruja y el libro de los hechizos
• Kika Superbruja, detective
• Kika Superbruja en busca del tesoro
• Kika Superbruja y los dinosaurios
• Kika Superbruja y don Quijote de la Mancha
• Kika Superbruja y los vikingos
• Kika Superbruja en el castillo de Drácula… y otros muchos más.

Kika Superbruja (varios libros)

Título: Kika Superbruja (varios libros)
Autor: Knister
Ilustrador: Birgit Rieger
Editorial: Bruño
Edad recomendada: De 8 a 11 años

Como es natural, todos los padres quieren lo mejor para sus retoños y por eso mismo muchos acaban cometiendo una serie de errores habituales en la educación de niños y adolescentes que terminan pasándoles factura a ellos mismos o a los hijos. En este artículo repasaremos estos errores frecuentes para ayudarte a no tropezar en esas piedras.

Error nº1: Adorar al niño

Para un villancico no está mal, pero en la vida real no funciona. A los hijos hay que quererlos, por supuesto, pero no idolatrarlos. Por mucho que desearas tenerlos y por importantes que sean en tu vida, debes asumir que no son perfectos y que no siempre harán todo bien, y no debes olvidar que la familia necesita más equilibrio que hijocentrismo.

Error nº 2: Ser «padres helicóptero»

Esta expresión que se puso tan de moda hace unos años no significa otra cosa que sobreproteger, o más bien hiperporteger,  a los hijos y es uno de los errores habituales en la educación. Justificarlos siempre, no dejarles resolver nunca solos sus conflictos, desvivirse para que no se lleven un disgusto o cojan un berrinche, evitarles cualquier esfuerzo… solo sirve para entorpecer su desarrollo personal. Pero cuidado, tampoco hay que irse al polo opuesto.

Error nº 3: Querer ser el mejor amigo de tu hijo

Querer ser los mejores amigos de nuestros hijos nos lleva a buscar la aprobación constante de nuestros vástagos y, muchas veces, a la permisividad. Como adulto que actúa por el bien del menor, de vez en cuando vas a tener que contrariarlo y no debes sentirte mal por ello: la mayor parte del tiempo los padres deben poner límites y tomar decisiones sin negociar.

Este error se ve con frecuencia agravado por falta de coordinación con el otro progenitor en una competición (a veces inconsciente) por ser el «más guay». Ten cuidado de no caer en esa dinámica y actúa siempre de forma consensuada con tu pareja.

Error nº 4: No dejar a los niños ser niños

Los niños necesitan explorar, jugar, disfrutar de la infancia en definitiva. Si les organizamos una agenda más apretada que la nuestra, los vestimos como adultos (hoy sin ir más lejos he visto a una niña más maquillada que yo) y coartamos su imaginación y su comportamiento infantil, estaremos haciendo que quemen una etapa muy importante de su vida sin disfrutarla.

Error nº 5: Dar mal ejemplo (aunque sea sin querer)

Este error es en realidad un cúmulo de pequeños errores: prometer algo y no cumplirlo, decir una cosa y hacer otra, establecer reglas para la familia pero no aplicárnoslas de vez en cuando… Los niños se fijan en todo lo que hacemos, así que recuerda que, para bien o para mal, los estás educando durante todo el tiempo que pasas con ellos.

Error nº 6: Dar demasiada importancia al tema académico

Algunos padres sobrevaloran el rendimiento académico de sus hijos sin tener en cuenta que en ese resultado inciden diversos factores y que un chaval con unas notas no muy brillantes puede tener otras muchas cualidades. Lo importante es apreciar a la persona en conjunto, no solo en una faceta, y ayudarle a desarrollar todas las capacidades que tiene.

Error nº 7: Competir con otros padres

Nada hace aflorar la competitividad en los padres como los corrillos a la puerta de la escuela en época de evaluación y las competiciones escolares. Que si mi niña ha marcado no sé cuantos tantos, que si mi niño tiene sobresaliente en todo… Como padres o como hijos, todos hemos conocido a algún padre petardo que disfruta poniendo a su retoño por encima de todos los demás. Procura no entrar al trapo; este comportamiento pone demasiada presión en los hijos de cualquier edad y fomenta ideas como que hay que subir aunque sea pisando cabezas.

Error nº 8: Intentar educar al hijo que te gustaría tener, no al que tienes

Un hijo no es un mini-yo. No le obligues a practicar los hobbies que tú quieras, ni le fuerces a elegir la carrera/profesión que te gustaría para él, utiliza tu experiencia y sabiduría para guiarle y ayudarle a explorar su potencial, pero no quieras vivir a través de él.

Uno de los temas que suelen aprender los niños de infantil en el aula de inglés es el relacionado con su vivienda. Como sabemos, en esta etapa educativa es muy importante que el niño tome conciencia de su entorno más inmediato y sea consciente del mundo que le rodea. Y el lugar donde reside es un uno de los ambientes más importantes para él, puesto que es allí donde se relacionada con su familia y pasa una gran cantidad de tiempo. Cuando el niño esté trabajando este tema en el colegio, podemos ayudarle repasando el vocabulario de inglés en casa. Lo ideal es convertir este repaso en un juego, para conseguir además mejorar las relaciones con nuestros hijos pasando un rato divertido con ellos.

Prepararnos para ayudar a repasar vocabulario de inglés en casa

Como dijimos en el post anterior Recursos para repasar el vocabulario de inglés en casa para niños de Educación infantil: La familia, lo ideal es conocer cuáles son los términos que están trabajando en el aula. Podemos echar un vistazo a las fichas que traen los peques del colegio o incluso preguntarle al niño (dependiendo de la edad y la madurez). Como referencia, podemos utilizar el sitio Web http://www.shertonenglish.com/resources/es/vocabulary/parts-of-the-house.php que nos ofrece una lista de vocabulario relacionado con la casa con su traducción al español y su pronunciación.

Actividades que podemos realizar

En esta etapa es fundamental que los niños cambien de actividad cada poco tiempo, así que podemos ofrecerles varias opciones para repasar vocabulario de inglés en casa (concretamente el relacionado con la vivienda). Veamos algunas propuestas.

Juego simbólico

Seguro que en casa tenemos algún juguete que nos puede servir para introducir el tema: un castillo de princesas o príncipes, una granja, una casita de muñecas… Podemos jugar con nuestros hijos y decidir dónde están las distintas habitaciones para hacer que los muñecos con los que estemos jugando se desplacen a cada una de ellas (Peppa Pig is going to the kitchen). También podemos esconder un muñeco u otro juguete en una habitación y hacer preguntas para descubrir dónde está, por ejemplo: Is Donald in the living room? No, he isn’t.

Manualidades

El vocabulario relacionado con la vivienda también se presta a la realización de trabajos manuales. El grado de complicación dependerá de las ganas o la habilidad que tengamos. La opción más sencilla sería esbozar una casa en la que podamos ir dibujando o pegando distintos elementos. Podemos recopilar muebles o estancias de revistas o periódicos para pegarlos luego en la casa que hemos realizado. Si esta opción casera no nos convence, o no somos muy manitas, existen libros de pegatinas en el mercado que podemos encontrar fácilmente y nos pueden ser de gran utilidad. Iremos nombrando las distintas habitaciones o elementos para que el niño los escuche y repita.

Recursos en la Web

También podemos encontrar recursos en páginas Web con los que trabajar el tema de la vivienda con nuestros hijos en casa. Veamos un par de ejemplos:

• http://bogglesworldesl.com/kids_worksheets/house.htm En este sitio Web encontraremos unas sencillas flashcards con las estancias de la casa y una serie de hojas de trabajo para trabajar el tema de la vivienda.
• http://www.agendaweb.org/vocabulary/house-furniture-worksheets-resources.html ofrece también una serie de actividades de tipo lúdico para el repaso del vocabulario que deseamos afianzar. Incluye, entre otras opciones, sopas de letras, crucigramas y ejercicios de unir con flechas.

Vídeos y canciones

Normalmente los niños se muestran motivados cuando se utilizan materiales audiovisuales, así que podemos hacer una búsqueda en YouTube y localizar algunos vídeos que puedan sernos útiles. Veamos un par de ejemplos (entre los muchos que podemos encontrar):

• https://www.youtube.com/watch?v=DfsPqZfMtmw. Se trata de un vídeo sencillo en el que aparecen las distintas habitaciones de la casa con su pronunciación. Podemos pedirles a nuestros niños que repitan las palabras o parar el vídeo antes de que se escuche de qué habitación se trata para que sean ellos los que la adivinen.
• https://www.youtube.com/watch?v=sE2GEaQJrwc. Aquí encontraremos una canción que contiene un poco más de vocabulario, pero seguro que a nuestros niños les encanta.

Éstas son algunas de las opciones que tenemos para repasar vocabulario de inglés en casa y disfrutar aprendiendo con nuestros hijos.

No es fácil saber cómo actuar frente al acoso escolar si sospechamos que nuestro hijo es víctima de agresiones físicas o psicológicas por parte de sus compañeros de clase. Lo primero es no echarle la culpa a él, ni culpabilizarnos nosotros mismos, no quiere decir que seamos peores padres. Debemos enfrentar la situación, apoyarle y proporcionarle mecanismos que le permitan superarlo. El acoso escolar no hace a un niño más fuerte, destruye su capacidad de enfrentarse a situaciones. No es bueno para el desarrollo de la personalidad ni prepara para la vida. Estos son algunos consejos para actuar frente al acoso escolar.

Consejos para actuar frente al acoso escolar

Estos consejos os ayudarán a enfrentaros juntos al problema del acoso escolar.

Apoyar a nuestro hijo

Los padres tienen que creer lo que les cuenta su hijo y apoyarle. Escúchale y no le interrumpas. No podemos trivializar lo que está pasando. El niño tiene que sentirse seguro y confiado en su casa porque es el único lugar donde puede contarlo. No le critiques, ni le digas que ha manejado mal la situación. Sobre todo, deja claro que no es culpa suya y asegúrale que juntos vais a solucionarlo. Mantén la calma y no demuestres toda tu preocupación.

Trabajar con el centro escolar

Es imprescindible informar al centro escolar. En muchas ocasiones ignoran lo que está ocurriendo porque los abusos y agresiones nunca tienen lugar en presencia de un adulto. No acuses al centro. Habla con la dirección, el orientador y los profesores para establecer juntos un plan de actuación y mantén el  contacto para seguir la evolución de la situación y para que el centro pueda estar al tanto de los cambios que se produzcan en el menor.

Reforzar su autoestima

La autoestima de las víctimas de acoso resulta muy dañada así que es fundamental que ayudemos a nuestros hijos a recuperar la suya. Consigue la ayuda de un profesional si crees que la necesita. Es una buena idea que realice actividades fuera de la escuela con las que pueda crear un nuevo grupo de amigos que le ayuden a salir de la situación. Establecer nuevas relaciones sociales será muy positivo para el niño.

Proporcionarle habilidades sociales y recursos

Es importante que el niño cuente con habilidades sociales y con recursos. Nunca debemos sugerirle la violencia como respuesta. Tiene que aprender a ignorar al agresor y a responderle con tranquilidad y firmeza. Ayúdale a ser asertivo. Es muy importante que el niño no se encierre en el papel de víctima.

Aunque nuestros hijos no sean víctimas, debemos hablar con ellos de este tema para que sepan como actuar frente al acoso escolar. No deben ponerse del lado del acosador, ni participar, ni «reírle la gracia». Tienen que intentar hablar con la víctima del acoso y animarle a pedir ayuda a los adultos que le rodean, ya que el silencio agrava el problema. Es importante que comprendan que no es divertido burlarse de otros o hacerles daño. Y es nuestra labor concienciarles de que no se debe tolerar el acoso.

Ya lo dijo el famoso dramaturgo inglés William Shakespeare, “ningún legado es tan rico como la honestidad” y es que enseñar a ser honestos a nuestros hijos en una herencia por la que merece la pena trabajar. Ahora más que nunca, en una sociedad en la que los casos de corrupción, mentiras y engaños están a la orden del día, la honestidad es un valor que no podemos dejar de lado.

Primeros pasos para enseñar a ser honestos

Como ocurre con la inmensa mayoría de los valores, lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que nuestros hijos tienen en nosotros un claro ejemplo que pueden imitar. Debemos incidir en aquellas decisiones, acciones o reacciones que conlleven la utilización de esta cualidad para hacerles ver qué es lo que se debe hacer.

En la escuela, nuestros hijos también trabajarán de una u otra forma todas las características englobadas en este concepto: sinceridad, integridad, justicia, responsabilidad. Así que conviene estar enterado de los métodos que se utilizan para favorecerlos en casa. De esta forma, si el docente, por ejemplo, premia a los niños cuando dicen la verdad, aunque les sea complicado, nosotros como padres podemos utilizar la misma técnica.

Además, si detectamos alguna mentira en nuestros niños, tenemos que intentar hacerles entender que no está bien, que mintiendo se puede hacer daño a otras personas y que es fundamental respetar a los demás. Podemos idear algún pequeño truco, como por ejemplo decirles que oliéndoles la cabeza podemos descubrir si están mintiendo o no, y así, obligándoles un poco, se acostumbrarán a decir la verdad.

Algunos trucos que nos ayudarán a enseñar a ser honestos

Durante esta etapa, como sabemos, es fundamental la utilización de una serie de dinámicas especiales que resulten motivadoras y divertidas para lograr la adquisición de valores y conceptos. Y si nos valemos de materiales audiovisuales, pues tanto mejor. Hoy en día Internet es una fuente de información fabulosa donde encontrar apoyos para trabajar con nuestros hijos el valor de la honestidad. Veamos algunos de estos recursos:

Cuentos

En la página Cuentos para dormir (http://cuentosparadormir.com/valores/cuentos-de-honestidad) podemos encontrar diversos relatos que trabajan este tema y que nos pueden servir para ayudar a nuestros hijos a comprender este concepto que, en ocasiones, les puede resultar excesivamente abstracto. Al hilo de estas historias, podemos hacerles preguntas a nuestros niños o pedirles que hagan un dibujo de lo que les hemos contado, para asegurarnos de que han comprendido el tema.

Juegos de rol

Puedes crear una serie de situaciones en las que el niño tenga que decidir si el comportamiento que se describe es o no honesto. Incluso podemos elaborar tarjetas en las que se describan situaciones, y así aprovechamos y trabajamos también la comprensión lectora.

Vídeos

Los medios audiovisuales son también un recurso muy útil. Podemos visionar, por ejemplo, este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=i4INdfarizU y comentar con nuestros hijos la historia y la reacción de los niños.

Y no debemos olvidar premiar todas y cada una de las acciones honestas de nuestros hijos, porque la forma más eficaz de enseñar a ser honestos es a través del refuerzo positivo; de esta forma conseguiremos que adquieran un valor fundamental para toda la vida.