Al contrario de lo que algunas personas piensan, el enoturismo no consiste en peregrinar por bodegas para catar vinos; en realidad, se trata de moverse para descubrir cómo se elabora el vino en distintos lugares, conocer sus paisajes, sus tradiciones, su cultura. Tampoco es una actividad solo para adultos, sino que perfectamente se puede practicar el enoturismo con niños: recorrer viñedos a pie, en bicicleta o a caballo, recolectar y pisar la uva, embotellar los caldos, visitar bodegas y museos del vino, etc. son actividades aptas para toda la familia y están disponibles en la mayoría de los destinos enoturísticos. De hecho, ya hay enodestinos que incluyen en su oferta actividades específicas para los más pequeños, como catas de mosto, cuentacuentos, yincanas o visitas guiadas aligeradas para que no les parezcan un tostón demasiado técnico.

Así que si este otoño os apetece hacer algo diferente al tiempo que disfrutáis y aprendéis en familia, os animamos a hacer una escapada enoturística a cualquiera de las zonas vitivinícolas tan interesantes que hay en nuestro país.

Prepara tu escapada de enoturismo con niños

¿Cuándo?

Muchas bodegas y museos del vino admiten visitas durante todo el año, pero para disfrutar al máximo del enoturismo con niños, lo mejor es viajar en primavera o en otoño, cuando el clima es más propicio para escapadas cortas y actividades al aire libre. Los meses de septiembre y octubre son los más indicados si os apetece participar en la vendimia y visitar las bodegas en plena ebullición.

¿Cómo?

Podéis acercaros a un pueblo vitivinícola vecino para pasar la tarde/mañana visitándolo y conociendo los viñedos y alguna bodega, ir a pasar el fin de semana en un lugar próximo a una ruta del vino e incluir alguna actividad enoturística en vuestro programa, o preparar una escapada totalmente centrada en el enoturismo, hospedándoos en un hotel del vino y visitando distintos puntos de una ruta enoturística. Planifica la salida dependiendo de la edad de los niños, de cuánto os interese el mundo del vino (la escapada monotemática igual es un poco excesiva para iniciarse) y del presupuesto que pensaras dedicar a la escapada.

¿Dónde?

Dependiendo del plan que más os apetezca, podéis visitar algún lugar cercano o alejaros más si pensáis pasar fuera un par de días. Sea como sea, al planear vuestra escapada, visita los sitios Web de rutas enoturísticas, bodegas, agencias especializadas… para asegurarte de que el destino elegido ofrece las actividades que más os interesan. Y si como hay tanta información en la Red no sabes por dónde empezar a buscar, aquí te sugerimos tres destinos ideales para practicar el enoturismo con niños en La Rioja, tierra vitivinícola por excelencia:

• Riojatrek es una empresa de servicios turísticos que te ofrece una experiencia enoturística de tres horas cerca de Logroño. Como ocurre cada vez en más lugares, el precio varía dependiendo de la edad, punto a tener en cuenta.
• Además de contar con uno de los mejores museos del vino del mundo y unas instalaciones envidiables, Vivanco, en Briones (muy cerquita de Haro, capital del Rioja), ofrece talleres infantiles todos los sábados, ¡pero no olvides escribirles para reservar plaza!
• Las bodegas David Moreno, en Badarán (cerca del monasterio de Yuso, también de visita recomendable), incluyen en su oferta enoturística jornadas de vendimia, con paseo por el viñedo, participación en las tareas de la viña, pisa de uva tradicional, cata de vino para los mayores y mosto para los pequeños, etc.