Los níscalos, rovellons (como son conocidos en Cataluña) o esclatasang (en Baleares), son los hongos que más abundan en nuestros bosques. Su nombre científico es Lactarius deliciosus y es el más fácil de distinguir. Aparecen fundamentalmente en otoño bajo los pinos y abunda en años de mucha lluvia.
El sombrero mide de 5 a 15 cm de diámetro, la membrana externa es lisa y de color naranja, con zonas rojizas. A veces se mancha de verde, sobre todo si se han producido heridas. Su carne es compacta, blanquecina en el centro y de color anaranjado hacia el exterior.
Lo más complicado es limpiarlos. Los más puristas dicen que los hongos no deben lavarse con agua porque pierden su sabor y parte de sus propiedades, para ellos lo mejor es hacerlo con un papel absorbente humedecido en agua y pasarlo por la cubierta o sombrero de la seta, y cortar el tallo con un cuchillo y fijarse bien que no tenga en la parte de atrás ni tierra ni ningún gusano. Pero a mí, si está muy sucio, me gusta lavarlo bajo el chorro de agua con mucho cuidado y comprobando con los dedos que no quede nada de tierra. Me gusta utilizar un cepillo suave para eliminar los restos de tierra que puede haber debajo del sombrero.
Los hongos deben comerse un día o dos después de cogerlos y la mejor manera de mantenerlos en casa es en una cesta y al fresco.
Una de las mejores formas de cocinarlo es a la plancha, pero hay unas recetas muy sencillas y exquisitas para degustar el sabor de los hongos.
Ingredientes
- 1 Kg de níscalos
- 4 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 1 punta de jamón
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
Preparación
Limpiamos y lavamos los níscalos bajo el chorro de agua y les pasamos un cepillo suave para eliminar todas las impurezas.
Los secamos muy bien, los troceamos y los reservamos.
Ponemos a calentar en sartén cuatro o cinco cucharadas de aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos los ajos fileteados y la guindilla.
Cuando esté dorado el ajo echamos los níscalos en la sartén y removemos para que suelten todo su jugo.
Añadimos el jamón picado en dados y dejamos a fuego suave durante unos minutos. Probar y rectificar de sal si fuese necesario.
Retiramos y servimos.