Sin duda el rey de nuestras mesas es el gazpacho, una deliciosa sopa fría llena de nutrientes y vitaminas, con gran poder saciante y refrescante. Al gazpacho se le puede considerar una bebida isotónica porque el tomate regula los niveles de potasio en el cuerpo y ciertas propiedades de vasodilatación por el uso de ajo.

Un poco de historia

Originariamente en Al-Andalus el gazpacho era una sopa de «cachos» de pan, agua, vinagre, aceite y sal que se majaban o machacaban en una fuente de madera generalmente de olivo llamada «dornillo» que se hacían los campesinos en el campo, de este gazpacho blanco deriva el Ajo blanco e incluso los Gazpachos manchegos o galianos, que se toman calientes y están hechos con carne de caza cocida y con pan ácimo.

Tras el descubrimiento de América llegan del Nuevo Mundo el tomate y los pimientos y se empiezan a cultivar estas hortalizas, pero no es hasta el siglo XIX cuando se empiezan a introducir en estos gazpachos y pasa de ser una sopa de campesinos a servirse en las mesas burguesas.

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías y la aparición de las batidoras y robots de cocina, esta tediosa tarea de ir majando todos los ingredientes ha pasado a mejor vida y en unos minutos consigues emulsionar los ingredientes de un gazpacho a tu gusto.

Con el boom del turismo de los años 60 esta refrescante sopa fría es conocida mundialmente y hoy la puedes encontrar como spanish soupe en muchos países.

Otros «gazpachos» tradicionales

Variantes del gazpacho hay muchas no solo en distintas zonas de España, sino incluso de Andalucía, cuna del gazpacho tradicional, el Ajo blanco que se hace con almendras, el Salmorejo que se hace solo con tomates, pan, ajo, aceite y vinagre y sin agua, la Porra antequerana muy parecida al Salmorejo pero con pimientos verdes, el Gazpachuelo es una sopa caliente que se hace con caldo y mahonesa y es típica de Málaga, y los Gazpachos rojos o de pimentón y los Gazpachos manchegos o galianos que es un guiso caliente de carne de caza cocida en un caldo y pan ácimo.

Y por supuesto la mano del/a cocinero/a que le añada más o menos ingredientes o cantidades.

Esta es la receta básica del llamado Gazpacho andaluz o tradicional. Hay quien no le pone pepino, o no le pone pan para hacerlo más ligero, e incluso quien le añade una manzana verde. Busca el que más te guste y disfrútalo bien fresquito en los tórridos días de verano.

Gazpacho

Ingredientes

• 100 g de aceite de oliva Virgen Extra
• Medio pepino
• 1 pimiento verde tipo italiano
• 1k tomates rojos y bien maduros, mejor los de tipo pera
• 1 diente de ajo
• 1/4 de la miga de pan de una barra, mejor de pan tipo candeal (se puede aprovechar pan duro)
• Una cucharadita de sal
• 40 g de cebolla
• Una cucharada de vinagre de manzana o de vino
• Agua bien fría o unos cubitos de hielo (la cantidad depende de lo espeso o ligero que lo quieras)
• Guarnición: Pan troceado en cubitos pequeños, tomate, pepino, pimiento, huevo duro, jamón serrano, todo muy picadito

Elaboración

Pela los tomates o escáldalos un minuto en agua hirviendo y pélalos después.

Pon en la batidora todos los ingredientes y tritúralos hasta que se quede una crema homogénea.

Si tienes Thermomix tritura todos los ingredientes 30 segundos a velocidad 5 y después 2 minutos a velocidad 10.

Incorpora agua bien fría para que no quede tan espeso a tu gusto y algunos cubos de hielo para que esté bien fresquito.

Prueba y rectifica de sal y vinagre si es necesario.

Sugerencias

Se puede servir en vaso para beber de entrante o en boles individuales de barro porque conserva mejor la temperatura o plato sopero, en estos últimos casos puedes servirlo con guarnición.

Acompáñalo de la siguientes guarniciones todos muy picadito en fuentes pequeñas para que cada comensal se eche lo que más le apetezca: pimiento verde, cebolla, pepino, tomate natural, huevo duro, pan y jamón serrano.

Variantes modernas del gazpacho tradicional

Hoy en día puedes encontrar muchas variantes de gazpacho, de fresas, de sandía, de peras, de aguacate, de calabacín o de remolacha. Todos ellos muy sabrosos y que se sirven generalmente como chupitos.

Para elaborarlos, sustituye la mitad de la cantidad de tomate por fresas, sandía o remolacha. Los de aguacate, peras o calabacín no le pongas tomate, pon aguacate, o calabacín o pera y el resto de ingredientes, ve probando el punto de sal, vinagre y ajo para que esté a tu gusto.