En el mundo en el que vivimos resulta fundamental tener una noción realista de cómo somos. Se ha dicho en muchas ocasiones que la forma en la que nos tratamos a nosotros mismos es un claro reflejo de cómo vamos a tratar a los demás, así que nos encontramos ante un concepto que sin duda tenemos que trabajar con nuestros hijos. Fomentar la autoestima en los niños es fundamental para favorecer su desarrollo físico, emocional e intelectual.

¿Qué puedo hacer para fomentar la autoestima en los niños?

Como ocurre en el desarrollo global de nuestros hijos, es fundamental que el niño crezca en un ambiente familiar estable y relajado. Partiendo de esa premisa, podemos incidir en varias acciones que nos ayudarán a fomentar la autoestima en los niños:

• No pretendas tener un hijo perfecto. Desengáñate, los niños perfectos no existen, de la misma forma que no existen los adultos perfectos. Tener expectativas irreales sobre nuestros hijos pueden crearles estrés y provocar en ellos el efecto contrario al que esperamos en el desarrollo de su autoestima.
• Evita comparaciones con otros niños. Nuestros hijos son únicos, con sus cosas buenas y sus cosas menos buenas. No compares nunca a tu niño con otros niños, porque cada uno tiene sus circunstancias, su nivel evolutivo y su propia forma de ser.
• Utiliza siempre el refuerzo positivo. Es fundamental que no olvides nunca elogiar los logros y comportamientos adecuados de tu hijo. Esto le motivará a esforzarse por hacer las cosas mejor cada vez
• Elogia todos sus logros, sí, pero con cautela. Si nos pasamos alabando a nuestros hijos podríamos provocar el desarrollo de un ego exagerado, y eso sería más que contraproducente, puesto que dificultaría la relación del niño con sus compañeros y amigos. Una cosa es la autoestima y otra muy distinta el egocentrismo. Recuerda, «nada beneficia más que la autoestima, basada en lo que es justo y correcto» (John Milton).
• Establece metas realistas que el niño pueda alcanzar y encomiéndale tareas que pueda realizar. A partir de una cierta edad, los niños pueden realizar tareas y adoptar responsabilidades. Recuerda proponerle objetivos que sean factibles (vestirse solo, recoger sus juguetes, poner la mesa, ayudarte a hacer la compra…) y dile siempre lo bien que lo ha hecho y lo mucho que te ayuda.
• Dedícale tiempo en exclusiva. En el mundo actual todos vivimos acelerados, siempre corriendo y siempre intentando hacer varias cosas a la vez. Olvídate. Tu hijo necesita que le dediques tiempo solo para él, sin responder llamadas ni mensajes, sin hacer nada más que estar con él. Un poco de tiempo de calidad puede reportar enormes beneficios en el desarrollo de tu hijo.
• Escúchale y ten en cuenta sus opiniones y puntos de vista. Cuando el niño se siente escuchado se esfuerza por corresponder y mostrarse cada vez más maduro.
• Deja que experimente. A veces los padres pecamos de excesivamente cautos. Y es muy complicado dejar volar a nuestros pajaritos, pero ellos necesitan experimentar para desarrollarse. Deja que realice actividades solo, sin exponerlo a peligros, obviamente, para que sienta que confías en él.
• Deja que tome sus propias decisiones y se equivoque algunas veces. Seguro que más de una vez sabes que si hace esto o lo otro va a acabar llorando o no va a ser lo que él esperaba. No se lo digas. Deja que sea él el que decida qué hacer y se equivoque, para que desarrolle el proceso de toma de decisiones y el análisis de resultados.
• Por último, pero no menos importante, para favorecer la autoestima en los niños valora más el esfuerzo en el proceso que los resultados obtenidos, de esta forma tu hijo comprenderá la importancia del trabajo y la constancia para la consecución de objetivos.