Desde la difícil noticia del diagnóstico, así como las distintas pruebas diagnósticas y tratamientos, harán que nos veamos superados en muchas ocasiones. Este desbordamiento podrá generar en nosotros altos niveles de ansiedad. Ya hemos aprendido muchas cosas fundamentales sobre ella en el artículo: Mi hijo tiene cáncer: La ansiedad, ¿cómo puedo ayudar a mi hijo si ni siquiera puedo ayudarme a mí mismo? Pero sigamos profundizando un poco más, pongamos luz en lo que sucede en nuestra alma.

¿Cómo saber si tengo Ansiedad?

A continuación, vamos a desgranar de forma muy sencilla los síntomas más frecuentes de la Ansiedad. Es importante que prestes atención para anotar si algún síntoma te resulta familiar. De esta forma, irás aprendiendo poco a poco a reconocer los signos en tu propio cuerpo, en tu hijo y/o en todas las personas que son importantes para ti y que forman parte de la unidad familiar.

• A nivel fisiológico: La ansiedad se manifiesta en la alteración de la respiración, el ritmo cardíaco, aparición de sudoración, cansancio, tensión muscular, cefaleas, insomnio (problemas para conciliar el sueño, problemas para mantenerlo o despertares precoces) etc.
• A nivel cognitivo: Son los pensamientos, imágenes e ideas distorsionadas, es decir, que no son reales o están magnificadas (por ejemplo, anticipar el futuro de forma negativa, tener ideas de culpa desproporcionadas, autoexigirnos de forma desmedida, minimizar los acontecimientos positivos, rumiar constantemente de las preocupaciones, etc.)
• A nivel conductual: La ansiedad se manifiesta en irritabilidad, hiperactividad, o de lo contrario, querer aislarse del entorno, huir, escapar etc.

Seguramente te sientas identificado con muchos de los síntomas. No has de asustarte por ello, pues ser consciente de lo que sucede en nuestro cuerpo y en nuestra alma, es el primer paso para poder ayudarnos. Poner luz y consciencia en lo que nos sucede supone la llave que abrirá la puerta de los recursos que nos proporcionarán la calma y el bienestar emocional que necesitamos con tanta urgencia.

¿Quieres que abramos juntos esta puerta, la puerta de la Gestión y Control Emocional de la Ansiedad? ¡Acude a leernos en el próximo artículo!

Si necesitas más información puedes consultar los anteriores artículos publicados: “Mi hijo tiene cáncer: Tengo miedo y siento que me derrumbo”, “Mi hijo tiene cáncer: Estoy sufriendo por mi hijo”, “Mi hijo tiene cáncer: Nadie me enseñó a manejar las emociones”.

Anímate a registrarte para poder seguir todos nuestros artículos, y si consideras que pueden ser útiles no dudes en compartirlos.